CHARLESTON, Carolina del Sur (CNN) — Los cuatro precandidatos presidenciales republicanos que quedan se volvieron a enfrentar este jueves por segunda vez en tres días, horas antes de las primarias en Carolina del Sur.
Hace un par de semanas, Carolina del Sur mostraba que el candidato favorito era Mitt Romney pero los resultados de las encuestas han variado y hasta este sábado no se sabrá cuál es el que de verdad destaca.
Newt, de nuevo contra la prensa
En la primera pregunta del debate, el moderador John King preguntó a Gingrich si quería responder a la polémica que sumergió su campaña este jueves, cuando su exesposa Marianne concedió una entrevista y dijo que el presidente del Congreso le propuso mantener un “matrimonio abierto” mientras él estaba enredado con una empleada, su actual esposa. Gingrich, frunciendo el ceño, respondió: “No”.
Gingrich se molestó mucho con CNN y el resto de los medios, y alegó que los esfuerzos para vender “basura” días antes de las primarias en Carolina del Sur eran despreciables. Al emitir esta respuesta, el público respondió con aclamaciones y una gran ovación en el auditorio ubicado en el norte de Charleston.
Gringrich dijo: “Estoy cansado de los medios elitistas que pretenden proteger a Barack Obama atacando a los republicanos”. Una vez más, adoptó una actitud de líder defensor del Partido Republicano ante las críticas de los medios. Gingrich negó rotundamente las acusaciones controversiales de Marianne.
Recuerdos del ‘caso Lewinsky’
Este tipo de situaciones personales se convierten en un asunto de dominio público y como parte de las campañas políticas. Gingrich fue uno de los que presentó cargos contra Bill Clinton, luego que admitió la infidelidad con una empleada de la Casa Blanca en 1998. Ahora, su discurso violento contra la prensa es básicamente su táctica para conseguir la victoria.
Gingrich recurrió a la táctica de neutralizar la mala intención de las declaraciones de su esposa en la cadena ABC y tachando a los medios como chismosos y que escarban en vidas ajenas. Al final de la noche, sin embargo, su indignación ante los medios y las ofensas hacia su persona habían desaparecido milagrosamente.
Considerando la opción de hacer una declaración de cierre conciliatoria, Gingrich cortésmente agradeció a CNN por “una tarde interesante y útil”.
Mientras se defendía contra la pregunta agresiva sobre “el matrimonio abierto”, Gingrich no obvió el tema de sus infidelidades en el pasado. Un asunto que inquieta entre los votantes en Carolina del Sur, según conversaciones con simpatizantes republicanos.
Los principales rivales de Gingrich para el voto en contra de Romney son Santorum y Ron Paul, ambos dijeron que las preguntas sobre la vida del candidato era parte del juego justo de la contienda.
“Éstas son cosas de la vida privada, de lo que hicimos en nuestras vidas”, dijo Santorum, un fiel católico que predica la fe y valora los temas centrales de su candidatura. “Hay cosas en la vida que la gente tiene que considerar. Pero el punto fundamental es que éstas son cosas que cada uno en este auditorio debe considerar. Claro que la gente nos observa, analiza, lo que hemos hecho en nuestra vida privada, a nivel personal”.
Paul consideró que los republicanos se enfrentan a un escrutinio que no es justo por parte de los medios y compartió la opinión de Santorum. “Pienso que establecer estándares en la vida es muy importante, estoy muy orgulloso de que mi esposa desde hace 54 años esté conmigo esta noche”.
Romney se alejó de los asuntos personales y prefirió hablar de economía, absteniéndose de comentar la idiosincrasia de vida de cada quien. “Vamos a hablar de temas reales, es todo lo que tengo que decir”.
“Hablemos de cosas serias”
Por segunda vez en una semana, Romney es noticia por su declaración de impuestos. Rick Perry y otros moderadores le preguntaron durante el debate en Myrtle Beach del lunes si planea hacer públicos sus registros tributarios, Romney tambaleó unos momentos y aseguró que podría difundirlos alrededor de abril.
Ofreció una respuesta más definitiva en un recorrido electoral al día siguiente. Prometió revelar sus impuestos con el fin de probar que paga una tasa impositiva del 15 %, un porcentaje inferior al que pagan el resto de los estadounidenses. El debate comenzó porque Gingrich publicó sus declaraciones de impuesto en internet y aprovechó así para señalar la equivocación de Romney.
El exgobernador de Massachusetts salió de la situación mediante el ataque a los demócratas por la gran fortuna que poseen, “de entre 190 a 250 millones”, estimó. “Sé que los demócratas alegarán que se debe a que han tenido éxito. Yo no voy a pedir perdón por ser exitoso”.
Perdón, pero vengo a hablar de mí
Santorum ha demostrado tener la habilidad de manejarse muy bien en un debate en todos los temas que se discuten, y lo demostró una vez más este jueves, justo cuando más lo necesitaba.
Santorum aprovechó su tiempo para hablar sobre él mismo como la alternativa conservadora a Romney y Gingrich. Cuando estos ya estaban listos para debatir sobre temas de mayor interés, como inmigración ilegal y la reforma de asistencia médica, Santorum, con mucha pausa y seguridad, explicó el desasosiego de sus rivales en el tema y expuso su perspectiva al respecto.
Santorum pronunció un discurso fluido y detallado dirigiéndose a Gingrich. “Cuatro años en su presidencia”, no ha sabido representar a los conservadores, dijo Santorum. “Fue un golpe contra su propia gente”, dijo en relación con el periodo de Gingrich en la Cámara de Representantes. “Yo trabajé para él, yo estuve ahí. Yo sabía que los problemas se ampliaban en la Cámara de Representantes cuando Newt Gingrich se encontraba al mando. No había ninguna disciplina, no tenía ninguna capacidad de lograr las cosas”.
Las encuestas de Carolina del Sur muestran que son dos hombres los que compiten en esta vuelta, y la contienda se encuentra entre Romney and Gingrich, a Santorum le conviene dejar de sangrar por la herida. Aunque es cierto que logró una buena puntuación por su intervención en el debate.
Aunque Gingrich destacó en este debate, todavía no está nada claro. La campaña de Romney se ha empeñado en hacer ver a los votantes que a Gingrich le hace falta carácter y disciplina para ser presidente.