Washington (CNN) - El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dijo este martes durante el discurso del Estado de la Unión, que mantener la promesa “básica” de un trabajo para los estadounidenses, la educación y el dinero para el retiro es el “tema definitorio de nuestros tiempos”.
Obama añadió que o “nos acostumbramos a un país en el que a un grupo cada vez menor de personas le va bastante bien, mientras que a otros apenas les alcanza el dinero o recuperamos una economía en las que todos tienen una oportunidad y todos se rigen por las mismas reglas. Lo que está en juego no son los valores de los demócratas o de los repúblicanos, lo que está en juego son los valores estadounidenses. Tenemos que recuperarlos”.
Durante su alocución en el Congreso, Obama planteó “un país que lidere al mundo en la educación de su pueblo, que atraiga una nueva generación de manufacturas de alta tecnología…un futuro en el que controlemos nuestra propia energía… una economía hecha para durar, donde se recompensa el trabajo duro y se premia la responsabilidad”.
Reforma migratoria
Obama aseguró que Estados Unidos debe combatir con firmeza la inmigración ilegal y recordó que su gobierno desplegó más personal en la frontera, en momentos que se han reducido las entradas ilegales.
“Los opositores del cambio carecen de excusas. Deberíamos estar trabajando en una reforma migratoria integral de inmediato”, dijo el mandataro.
“Pero si la política del año electoral impide que el Congreso analice un plan integral, por los menos coincidamos en detener la deportación de jóvenes responsables, que quieren trabajar en nuestros laboratorios, emprender negocios y defender al país”, señaló.
Política internacional
En materia internacional Obama,dijo que “no hay opciones fuera de la mesa” para evitar que Irán desarrolle un arma nuclear, pero insistió en que una solución pacífica “todavía es posible”.
Por otra parte, el mandatario aseguró que su país tiene “mucho en juego” en la “increíble transformación” que se desarrolla en el Medio Oriente en forma de protestas populares, y cuyo desenlace en países como Siria aún es “incierto”.