(CNN) — El fundador de la compañía francesa Poly Implant Protheses (PIP), Jean-Claude Mas, enfrenta cargos de lesiones involuntarias por el uso de productos de baja calidad en sus prótesis, en la ahora extinta compañía.
Pero, ¿qué tienen de malo los implantes?, ¿cuáles son los riesgos?, y ¿qué puede hacerse para ayudar a las personas afectadas?
¿Cuál es el problema?
Los implantes que fabricó la compañía francesa PIP fueron prohibidos en 2010, después que se descubrió que contenían silicón para uso industrial (con más contaminantes que el gel para uso médico).
Mas admitió que autorizó usar dos fórmulas del gel: Una versión de mejor calidad para clientes con más dinero, utilizando silicón fabricado en Estados Unidos, y una fórmula de la casa, para todos los demás. Estos implantes se hicieron con silicón industrial barato (usados con frecuencia en la fabricación de colchones) supuestamente con el fin de reducir costos y aumentar las utilidades.
En diciembre de 2011, las autoridades francesas desencadenaron una alerta mundial cuando aconsejaron a 30,000 mujeres francesas que se los removieran.
Se cree que los implantes tienen una incidencia mayor de la normal para romperse, aunque las cifras exactas difieren: las autoridades francesas indican que la tasa es del 5%, pero en Gran Bretaña se piensa que es alrededor del 1%, de acuerdo con los estándares de la industria.
El cirujano plástico de California, Grant Stevens, dijo a CNN que los riesgos para la salud que tiene el silicón para uso industrial todavía no son claros.
“El silicón industrial de PIP tiene muchos contaminantes. No estamos seguros cuántos (…) no podemos estar seguros sobre qué puede salir mal”.
“Sabemos que hay un aumento en la incidencia de la inflamación; no estamos seguros de otros riesgos de salud, pero ciertamente tenemos preocupaciones por el cáncer y otras exposiciones tóxicas”, afirma.
Las autoridades en Francia y Gran Bretaña descartaron el temor de cáncer por los implantes, pero dijeron que en caso de que se rompan podrían causar inflamación, cicatrización y fibrosis.
¿En qué lugares del mundo se utilizaron?
Alguna vez PIP fue el tercer proveedor de implantes más grande del mundo, se piensa que 300,000 mujeres en 65 países alrededor del mundo los recibieron, tanto por razones estéticas como para cirugías reconstructivas después de recibir un tratamiento contra el cáncer de mama.
Los implantes se utilizaron ampliamente en Europa —40,000 mujeres fueron afectadas en Gran Bretaña— y Sudamérica.
Los implantes de silicón de PIP nunca estuvieron autorizados para su uso en Estados Unidos.
La receptora de implantes de PIP en Gran Bretaña, Rowena Mackintosh, dice a CNN que está preocupada por el impacto potencial para su salud.
“Es como una bomba de tiempo dentro de mí. Cuando vas al médico, no preguntas ‘¿quién fabrica la medicina?’, simplemente asumes que va a ser seguro. Creo que tengo silicón para colchones dentro de mí, y sólo Dios sabe qué otras cosas usaron, es repugnante”, dijo.
¿Qué se les aconsejó a las mujeres que recibieron implantes?
El consejo que les dieron a las mujeres con implantes de PIP varía mucho de país a país.
En Francia se instó a todas las mujeres con esos implantes a retirarlos inmediatamente como medida de precaución. En Venezuela, las autoridades también recomendaron que se extraigan por precaución.
El gobierno británico dice que no hay evidencia para recomendar su retiro, aunque dice que las mujeres que estén preocupadas deben estar dispuestas a retirarlos.
Grupos de médicos de Alemania recomendaron que las mujeres busquen retirarse los implantes, aun sin riesgos de peligro inmediato.
Steves afirma que las mujeres que recibieron implantes PIP no deben esperar hasta que se rompan para extraerlos.
“Esperar hasta que una MRI (resonancia magnética) sea positiva es como decir que esperes a buscar protección hasta después de que detonó la bomba. Si sabes que algo va a suceder, deberías de tratar de eliminar el riesgo”.
“Creo que es responsabilidad de todas las mujeres, sin importar la posición de su gobierno, reconocer que tienen un producto de silicón defectuoso en su pecho, y tienen una cubierta que lo contiene que también está defectuosa, deben quitarse estos implantes, o removerlos y reemplazarlos”.
¿Qué se está haciendo?
El gobierno francés ofreció pagar el retiro y sustitución de todos los implantes PIP que se colocaron en Francia. El gobierno de Venezuela dijo que cubriría el costo del retiro de los implantes, pero no su sustitución.
En México, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS) informó que los médicos que realizaron estos implantes deben entrar en contacto con las pacientes y realizar una valoración médica.
En Gran Bretaña, las mujeres cuyos implantes fueron pagados por el Servicio Nacional de Salud de Gran Bretaña (NHS por sus siglas en inglés) podrán quitárselos sin costo alguno, después de consultarlo con su médico. El gobierno británico dice que espera que las empresas que los utilizaron de forma privada, por motivos estéticos, ofrezcan el mismo acuerdo.
El especialista en bioética Arthur Caplan dijo a CNN que tenía sentido financiero y ético para los gobiernos prevenir cualquier problema potencial de salud al remover ahora los implantes, en lugar de esperar a que causen problemas.
“Si estas cosas resultan ser peligrosas, y causan problemas de salud, el costo será grande, y todos los gobiernos que tienen un sistema nacional (de salud) tendrán que pagarlo, así que puede ser más inteligente, sólo por precaución, sacarlos ahora, evitando lo que podría ser un enorme desastre financiero más adelante”.
“En general, creo que tiene más sentido, éticamente y en términos de riesgo económico, sacar estas cosas con un costo público”.
¿Cuál es la respuesta de la compañía?
PIP se declaró en bancarrota en 2010, después de que prohibieron sus implantes. Su fundador, Mas, está bajo investigación por la policía francesa. El jueves, fue acusado por lesiones involuntarias por los implantes.
Pero el abogado de PIP, Yves Haddad, dijo a CNN que aunque utilizó silicón industrial en sus implantes, no hay pruebas que demuestren que sean peligrosos; en su lugar, insistió que el problema era el miedo.
“Muchas cosas han alimentado este temor: Los consejos y la atención que recibieron las víctimas, los médicos que no quisieron responsabilizarse y pasaron el problema a PIP, y la intensa presión de los medios”.
Haddad también dice que no hay dinero para compensar a las víctimas.
“Desafortunadamente, la compañía ya fue liquidada. Nadie puede esperar que salga dinero de PIP”.
¿El escándalo tendrá un impacto prolongado?
Las preocupaciones por los implantes de PIP han llevado a algunas personas a pedir regulaciones más estrictas en la industria de la cirugía plástica.
“Si va a entrar en tu cuerpo, si es una píldora, si es un dispositivo médico, debería ser regulado por el gobierno”, dice Caplan. “El cliente no puede decir qué es seguro, qué es inseguro, qué se fabrica de acuerdo con los procesos correctos de manufactura.
“Creo que debes tener al gobierno vigilando cualquier cosa que la gente introduzca en su cuerpo por motivos médicos o de salud, y no creo que esto sólo sea para que el consumidor tenga cuidado”.
El especialista en bioética dice que el escándalo también mostró la necesidad de que en la cirugía incluyan cargos por seguros contra los problemas que pudieran surgir en el futuro.
“Para procedimientos de elección (…) tendría sentido cobrar para un tipo de cobertura de seguro si las cosas salen mal, si resultan eventos adversos”, dice Caplan a CNN.
“Los Sistemas Nacionales de Salud no quieren pagar por procedimientos estéticos, así que estás atrapado si algo resulta ser fraudulento o simplemente tiene un mal uso, y en lugar de acudir con los abogados podría tener más sentido implementar un seguro en el sistema”.