La decisión política de Argentina de seguir recurriendo a las Naciones Unidas para intentar resolver el tema de la soberanía sobre las Islas Malvinas o Faklands obtuvo un amplio apoyo político.
En Inglaterra, sin embargo, el gobierno rechazó las acusaciones de la presidenta Argentina, Cristina Fernández de Kirchnera, de que Gran Bretaña está militarizando las Islas Malvinas.