(CNN) — El vicepresidente de China, Xi Jinping, llegó a la Casa Blanca este martes donde sostendrá conversaciones con el presidente Barack Obama, en una visita destinada a mostrar las credenciales del hombre que será el próximo líder de China.
Durante la bienvenida a Xi, el vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo que Estados Unidos y China no siempre se verán a los ojos, pero ambas potencias mundiales comparten preocupaciones importantes.
“Un signo de fuerza y madurez en nuestra relación es que podemos hablar francamente sobre nuestras diferencias”, dijo Biden. “Esta relación bilateral es una de las más importantes en el mundo”. Xi dijo que busca pláticas a profundidad y francas, y que esperaba colaborar con un amplio sector del pueblo estadounidense.
El viaje a Estados Unidos ha empujado a Xi, que se espera que se convierta en el próximo líder del Partido Comunista de China a finales de año, y por tanto en el centro del escenario en la prensa estadounidense y china. El presidente Hu Jintao hizo un viaje similar hace 10 años cuando se preparaba para el cargo.
Más allá del protocolo de las reuniones de alto nivel, se encuentran asuntos contenciosos en los cuales Xi tiene pocos incentivos para ceder, incluyendo el comercio y la creciente presencia militar china.
La visita de cinco días de Xi ha recibido amplia cobertura en la prensa estatal en China. “Estados Unidos nunca ha conocido a un competidor como China”, indició este lunes en un editorial el diario Global Times, publicado por el Partido Comunista, e hizo notar el poderío de China en el área de manufactura y en las exportaciones.
El gobierno de Obama, bajo presión por el alto desempleo en un año electoral, ha tomado acciones con respecto al papel de China en el comercio mundial. El presidente de EU mencionó a China cuando anunció en su informe anual el mes pasado que crearía una agencia comercial para investigar prácticas comerciales en otros países. También criticó el control de cambios en China, lo que sobrevalúa su moneda, según Washington.
Xi, de 58 años, es muy bien preparado en esos asuntos, de acuerdo con Jon Huntsman, el exprecandidato presidencial republicano, y quien fue embajador de Estados Unidos en China entre 2009 y 2011.
Los funcionarios chinos están al tanto de las preocupaciones de Estados Unidos, pero Xi y otros líderes enfrentan el reto de mantener controlada la inflación y el crecimiento económico, el cual comenzó a bajar de altísimos niveles en años recientes.
El viaje de Xi comenzó este lunes con una cena en Washington, a la que asistieron los exsecretarios de Estado Henry Kissinger y Madeleine Albright. Recibió una menos cordial bienvenida de activistas tibetanos que desplegaron una manta este lunes en el Puente Memorial de Arlington, en Washington, y fueron detenidos por la policía.
Según una encuesta publicada por CNN en mayo de 2011, la mayoría de los estadounidenses, un 54%, tiene una opinión desfavorable sobre China, contra un 45% a favor.
Sin embargo, una mayoría, el 47%, ven a China como un amigo, a diferencia del 15% que ven al país como un aliado, el 26% que lo ven como hostil, y el 11% que lo ven como enemigo.
Según una encuesta de CNN publicada en noviembre de 2010, la mayoría de los estadounidenses, el 58%, ven a China como una amenaza comercial, frente al 35% que no lo consideran así.