(CNN) — El régimen sirio entregará este lunes los resultados de su referéndum constitucional, pero para los residentes de Homs que temen por su vida —sin saber si el próximo proyectil del gobierno caerá en su casa— el voto es de poco interés.
Los resultados del referéndum del domingo, que el régimen del presidente Bachar al-Asad ha dicho es un movimiento hacia la reforma, se darán a conocer la noche del lunes, dijo la agencia estatal de Siria, Arab News.
Sin embargo, las explosiones volvieron a sacudir el bastión de la oposición en Homs este lunes. El gobierno bombardeó el barrio de Baba Amr de esta ciudad, donde murieron cuatro personas, dijo el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, un grupo activista de la oposición.
Casi la mitad de las 55 personas muertas el domingo en Siria perdieron la vida en Homs, informaron los activistas de la oposición.
Los ministros de la Unión Europea (UE) se reunirán este lunes en Bruselas, Bélgica, para analizar la crisis de Siria. La UE tiene previsto adoptar una nueva ronda de sanciones y medidas restrictivas.
Pero hasta ahora, ningún intento ha conseguido que al-Asad detenga la represión de su régimen contra los disidentes.
Los Comités de Coordinación Local, una red de activistas de la oposición, han dicho que cerca de 9,000 personas han muerto desde que el gobierno lanzó su ofensiva en marzo pasado. El gobierno sirio mencionó que más de 2,000 miembros de las fuerzas de seguridad han sido asesinados por “terroristas” durante ese periodo, incluidos siete “mártires” que fueron enterrados el domingo, informó SANA.
Un “grupo terrorista armado” bombardeó con morteros un complejo militar educativo en Homs, agregó la agencia. Según estos reportes, 12 personas murieron y quedaron heridas.
CNN y otros medios de comunicación no pudieron verificar los informes de la oposición y del gobierno debido a que Siria tiene muy limitado el acceso al país a los periodistas extranjeros. Pero la gran mayoría de los informes indican que las fuerzas del gobierno están masacrando a los ciudadanos en un intento de acabar con los civiles que buscan el derrocamiento de al-Asad.
Siria anunció que el referéndum se dio en medio de intensos gritos internacionales para detener el derramamiento de sangre y abrir su régimen a las reformas. Pero los analistas y los manifestantes ampliamente describen el esfuerzo como una farsa, en un intento superficial de pacificar a los críticos al-Asad.
Uno de los artículos del proyecto de Constitución señala que “la ley reglamentará las disposiciones y procedimientos relativos a la formación de partidos políticos”.
Pero el exlegislador sirio George Jabbour destacó que el proyecto permitiría “un sistema pluripartidista” en lugar de dejar al gobernante Partido Baath como “el partido líder de la sociedad y el Estado”, como se indica en la actual constitución.
La violencia sectaria ha sido un tema fundamental en el conflicto sirio. El régimen de al-Asad está dominado por la minoría alauí, la mayoría de los sirios son sunitas, como lo son muchos de los manifestantes.
La oposición siria instó a la comunidad del Consejo Nacional de Siria alauí, a la que pertenece al-Asad, a unirse a la revuelta y prometieron que sus derechos estarían protegidos en una Siria post-Asad.
“Los alauitas siguen siendo un componente importante de Siria, y seguirán disfrutando de los mismos derechos que los demás ciudadanos a medida que construimos una nación de cristianos, musulmanes y otras sectas”, declaró un comunicado SNC. “El régimen no va a tener éxito en los golpes contra nosotros. Estamos decididos a unirlos a nuestra sociedad, y el primer paso para nosotros es extender nuestras manos a nuestros hermanos y hermanas alauitas, para construir en Siria una nación gobernada por la ciudadanía y la el imperio de la ley”.
Holly Yan, Elise Labott, Joe Strerling y Mohamed Fadel Fahmy contribuyeron con este reporte.