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(CNN) – Kofi Annan, enviado especial de las Naciones Unidas, se reunió por segunda vez con el presidente sirio Bachar al Asad, buscando una solución pacífica a la violencia que los grupos de oposición aseguran que ha provocado otras 32 muertes en el país.

“Será complicado, será difícil pero debemos tener esperanza”, dijo Annan este domingo al respecto de las conversaciones de un día antes, que antes había descrito como cándidas y comprensivas.

El sábado Annan propuso un cese al fuego, la liberación de detenidos y el acceso libre a agencias como la Cruz Roja para entregar ayuda humanitaria, según dijo un comunicado de Naciones Unidas.

Annan, exsecretario general de la ONU, también propuso comenzar un diálogo político inclusivo “destinado a legitimar las aspiraciones y las preocupaciones de la gente”.

El diplomático tuvo una segunda reunión con Al Asad antes de su partida programada para reunirse con el emir de Qatar, cuyo primer ministro pidió este sábado una intervención militar en Siria.

Pese a las conversaciones entre Annan y el presidente sirio, grupos opositores dijeron que la violencia resurgió en el país.

El Observatorio Sirio de Derechos Humanos reportó enfrentamientos violentos entre fuerzas del gobierno sirio y desertores, así como el bombardeo a un puente sobre el río Assi, en Rastan, que era usado por residentes que trataban de huir de la ciudad.

Pero la Agencia Árabe Siria de Noticias (SANA por sus siglas en inglés) dijo que un grupo terrorista era responsable de la destrucción de otro puente en la provincia de Hama. SANA, que citó a un funcionario local, señaló que terroristas plantaron una bomba en la base del puente que conecta al-Rasif y Shateha.

Al menos 25 personas murieron en lugares como Idlib, Aleppo, Latakia, Homs, y Damasco, añadió.

Entre las víctimas había una madre y su hijo, quienes fueron alcanzados por artillería pesada en Areh, según el Observatorio.

Una de las víctimas, Wael Masri, recibió un tiro en el cuello, en Arbee, según la Red Siria de Derechos Humanos. “El Ejército de Asad se niega a entregar los cuerpos hasta que los familiares firman un documento en el que culpan de la muerte a grupos de terroristas”, dijo el grupo.

Estos reportes preceden a las 63 muertes de este sábado, según los Comités de Coordinación Local. El Observatorio registró 98 asesinatos, incluidos los de 39 desertores militares, 39 civiles y 20 tropas del gobierno.

La reunión entre Al Asad y Annan es la primera que sostiene el presidente sirio con un diplomático de alto nivel internacional desde que inició la crisis. Sin embargo, el mandatario cerró las puertas a negociar con la oposición en el corto plazo.

Según los medios estatales locales, Al Asad le dijo al exsecretario general de la ONU que estaba listo para encontrar una solución, pero que primero era necesario mirar la realidad y no lo que “promueven algunos países regionales e internacionales para distorsionar los hechos y dar una imagen contraria a lo que está pasando en Siria”.

También reiteró que “el diálogo político no puede llevarse a cabo o ser exitosa si hay grupos terroristas armados que trabajan para expandir el caos y atacar la estabilidad interna”, según reportó con SANA.

El régimen sirio ha insistido en que no está sacrificando a disidentes sino que grupos armados son responsables de la muerte de miles de personas. Pero activistas opositores y residentes cuentan historias muy diferentes.

Este domingo, intensos bombardeos en Karm al Zaytoun, un vecindario de Homs, dejaron una “gran destrucción”, según los Comités. “Los grupos armados de Al Asad están quemando y saqueando casas”.

Además, en el vecindario de Bab Qabli, en Hama, las tropas del régimen sacan a la gente de sus casas para que los soldados se alojen ahí, según los grupos de activistas.

“No hay posibilidad de que tengamos diálogo alguno con el régimen hasta que las campañas de seguridad terminen”, dijo. “Juegan el rol de víctimas diciendo que están defendiendo a inocentes civiles mientras los sacrifican y culpan a otros del derramamiento de sangre”, dijo Abdel Aziz al-Khair, miembro del Cuerpo Coordinador Nacional para el Cambio Democrático.

Tanto Annan como miembros de la oposición coincidieron en que los planes para una resolución no pueden ser implementados mientras continúen las matanzas.

Naciones Unidas calcula que más de 7.500 personas han muerto desde el año pasado, mientras que al menos un grupo de activista sostiene que son 9,000. CNN no puede confirmar los reportes de víctimas de la oposición debido a que el gobierno ha restringido el acceso a periodistas internacionales.