(CNN) — El presidente Nicolas Sarkozy negó recibir dinero de la familia Gadhafi en 2007 durante su campaña a la presidencia de Francia, y calificó la acusación de “grotesca”.
Sarkozy recordó que el fallecido dictador libio Muammar Gadhafi era “conocido por hablar sin sentido”, y retó a su hijo, Saif al-Islam, a que presente pruebas de las donaciones.
El mandatario francés respondió a las acusaciones que aparecieron en internet antes de las elecciones presidenciales francesas el 22 de abril.
“Siento mucho que un canal tan grande como TF1 tome información de los documentos del señor Gadafi o su hijo”, dijo Sarkozy en la entrevista que se emitió por ese canal la noche del lunes.
“Cuando se cita el señor Gadhafi, que está muerto, o su hijo, quien está siendo juzgado, la credibilidad es cero. Y cuando se recurren a sus declaraciones, con esos antecedentes, se degrada el debate político”, dijo, en un ataque contra la periodista Laurence Ferrari.
Gadafi fue derrocado en una guerra civil el año pasado y murió después de estar por varios meses en la clandestinidad. Su heredero, Saif al-Islam, fue capturado por las nuevas autoridades de Libia y está en espera de juicio.
Por segunda vez en semanas, Sarkozy ha sido noticia por una entrevista realizada en la televisión nacional.
La semana pasada, dijo que Francia tiene demasiados extranjeros, a quienes no se les integra correctamente.
“Hoy tenemos un problema”, dijo Sarkozy en France 2 TV el 6 de marzo.
“Nuestro sistema de integración está funcionando de mal en peor, porque tenemos demasiados extranjeros en nuestro territorio y ya no podemos encontrarles un alojamiento, un trabajo, una escuela”, dijo.
Francia hace especial hincapié en la identidad nacional, al presionar a la población a poner primero “lo francés” antes de la religión o el origen nacional.
Sarkozy busca un segundo mandato en el cargo, y actualmente enfrenta un fuerte desafío, representado por Francois Hollande, del Partido Socialista, puntero en las encuestas, así como a otros candidatos de partidos más pequeños, entre ellos Marine Le Pen, de extrema derecha.
Si ningún candidato obtiene la mayoría en la primera ronda, habrá una segunda vuelta el 6 de mayo, donde se enfrentarán los primeros dos lugares.