(CNN) — Esqueletos parciales de misteriosos seres humanos recién identificados, hallados en dos cuevas en el suroeste de China, muestran una combinación única de rasgos anatómicos primitivos y modernos, dicen los científicos.
“Sus cráneos son anatómicamente únicos. Lucen muy distintos a todos los seres humanos modernos, ya sea que estén vivos hoy en día o en África hace 150.000 años”, dijo el autor principal del estudio, el biólogo evolutivo Darren Curnoe, de la Universidad de New South Wales en Australia.
Los fósiles fueron hallados en la Cueva Longlin (provincia de Guangxi) y en la Cueva Maludong (provincia de Yunnan), regiones adjuntas en el sur de China. Estas personas de la Edad de Piedra tenían rostros cortos, planos y carecían del mentón moderno. Tenían huesos craneales gruesos, bóveda craneal redondeada, prominentes arcos superciliares y un cerebro de tamaño moderado.
Fueron llamados hombres de la Cueva del Ciervo Rojo, ya que según los científicos cazaban ciervos rojos ahora extintos y los cocinaban en la cueva de Maludong, donde cuatro de los cinco fósiles de esqueletos parciales fueron encontrados.
Los científicos siguen debatiendo la polémica cuestión de si la gente de la Cueva del Ciervo Rojo es realmente una nueva especie que indica una nueva línea evolutiva o si es una población muy temprana de los humanos modernos.
El equipo de investigadores australianos y chinos es cautelosamente optimista en lo que respecta a clasificar lo que han descubierto.
“La evidencia es bastante equilibrada en este momento. Se inclina hacia la idea de que la gente de la Cueva del Ciervo Rojo podría representar una nueva población, posiblemente, una nueva especie”, dijo Curnoe.
Los detalles del descubrimiento fueron publicados en la revista científica PLoS ONE.
La evidencia arqueológica ubica a estos cazadores y recolectores prehistóricos entre 14.500 y 11.500 años atrás, indicando que durante una franja de tiempo en Asia del Este, la gente de la Cueva del Ciervo Rojo podría haber compartido el territorio con personas de aspecto moderno que desarrollaron los inicios de la agricultura.
A pesar de que Asia es el subcontinente más grande, el registro fósil de la evolución humana sigue siendo escaso. La gran mayoría de la arqueología prehistórica se ha enfocado en Europa y África, dicen los científicos.
“La comprensión de los registros fósiles de Asia del Este es el eslabón faltante en nuestra comprensión general de la evolución humana”, dijo Curnoe.
El sitio Maludong fue excavado por primera vez por los chinos en 1989. En aquel entonces, se encontraron varios conjuntos de fósiles, pero no fue sino hasta 2008 que el sitio fue estudiado y los restos analizados por Curnoe y su equipo de investigadores.
La edad donde se hicieron los hallazgos fue determinada mediante la recopilación de muestras de sedimentos y comprobada usando datación por radiocarbono.
En la reconstrucción, falta el ADN
En la Cueva Longlin, se encontraron los restos de una mandíbula inferior situada en un lecho de sedimentos en 1979 y redescubiertos en un laboratorio ubicado en el sótano de uno de los investigadores chinos en 2009. Los huesos primero tuvieron que ser retirados de la roca sedimentaria. Luego, utilizando una tomografía computarizada en 3D, se crearon modelos del cráneo, mostrando tanto las prominentes características primitivas como modernas.
Debido a la incertidumbre que rodea al registro de este fósil humano, los paleoantropólogos dicen que se requieren pruebas de ADN más concluyentes.
Las pruebas de ADN iniciales realizadas en los fósiles no muestran evidencia de ADN humano, pero Curnoe y su equipo seguirán adelante.
“Si tenemos éxito en extraer ADN, eso nos dará una comprensión muy precisa de exactamente quiénes son estas personas y dónde podrían encajar en el árbol de la evolución humana”, dijo.
“Estamos tratando de comprender la historia común. ¿Qué nos une a todos? ¿De dónde venimos? En la comprensión de nuestro pasado evolutivo, esto podría ayudarnos a entender dónde estamos hoy y hacia dónde podríamos dirigirnos”, añadió Curnoe.