Por Ernie Reid, especial para CNN en Español

Una de las indiscutibles marcas registradas de Joe Cocker ha sido, desde siempre, la solidez de las bandas que lo acompañan. La gira con la que Joe Cocker presenta su disco Hard Knocks llega a Argentina. En su tercera visita al país, Cocker viene acompañado de un talentosísimo músico argentino: el saxofonista Norbert Fimpel, que integra su banda desde 2005.

Nacido en el tranquilo suburbio bonaerense de Villa Ballester, Fimpel ha recorrido todos los rincones del mundo. Para contar su historia fascinante, nadie mejor que él mismo, y qué mejor escenario para hacerlo que la casa del músico argentino Tote Puerta, quien nos recibió en una apacible tarde de verano austral para esta charla:

Ernie Reid: ¿Cuál fue la influencia de tus padres en tu vida musical?

Norbert Fimpel: Nací en una casa en la que había mucha música. Mi padre tenía una orquesta llamada Miami. Una orquesta típica de fiestas alemanas. Tocaban fox-trot, jazz, vals y otras formas de música bailable. Mi madre cantaba en esa orquesta. Era su hobby. Fue en mi casa donde escuché por primera vez a Ray Charles, Louis Armstrong, Ella Fitzgerald… siempre estaba Elvis Presley. Mis padres siempre fomentaron y apoyaron mi gusto por la música.

ER: ¿Cómo empezaste a tocar el saxo?

NF: Llegó en realidad muy tarde. Empecé a tocar el saxo cuando salí del colegio secundario. Fui a un colegio alemán en Villa Ballester, que se llama Hölters. El colegio estaba muy cerca de casa, así que todos los días caminábamos esas tres cuadras con mis hermanos.

En mi infancia y adolescencia nunca me planteé seriamente ser músico profesional. De los ocho a los trece años estudié guitarra, pero sin darle mucha importancia. Me gustaba más jugar al fútbol. Recién en la secundaria, cuando me junté con algunos amigos -Adrián Fernández, Marcelo González y otros a quienes también les gustaba la música- fue que empecé a mirar a la música con otros ojos. Me empezó a gustar el saxo. Por aquella época me gustaba mucho la música de Alejandro Lerner y su saxofonista, Oscar Kreimer. Empecé a estudiar todos los días con un clarinete que había en casa, a los 17 años. Tuve mi primer saxo a los 22, y empecé a tomar clases con Oscar Kreimer, y a estudiar a diario.

ER: ¿Quién te brindó la primera oportunidad como músico profesional?

NF: En mi vida tuve muchos momentos que yo llamo “de suerte”. Momentos en los que recibí una ayuda, una luz inesperada. Hacía un año y medio que estaba tocando el saxo con Oscar Kreimer, y un día me dijo: “tengo que viajar a Venezuela y necesito que el sábado me reemplaces con Alejandro Lerner. Mañana tenés un ensayo”. Ya lo había acompañado a varios shows porque me gustaba su música, pero nunca había tocado profesionalmente. Mi primera presentación profesional fue el 10 de mayo de 1990 en el cine-teatro Ocean de la localidad de Morón (provincia de Buenos Aires). Oscar se dedicó a su carrera solista y yo seguí tocando con Lerner por casi una década.

ER: Después conociste a una leyenda viviente: Roger Hodgson, el líder de Supertramp ¿Cómo fue?

NF: Otra vez, la luz que me apuntó de arriba… En diciembre de 1998 toqué como solista en la fiesta de fin de año de una empresa en El Divino Buenos Aires de Puerto Madero. La noche siguiente, sonó el teléfono en mi casa. Cuando atendí, una persona que no conocía me dijo “mi nombre es Lilo Drago. Soy dueño de una de las barras en el Divino Buenos Aires. El jueves toca Roger Hodgson. ¿Te gustaría tocar con él?” Le respondí “¡por supuesto que sí!”.

“El jueves por la tarde hay una prueba de sonido”; Lilo me pasó el listado de temas por fax, los ensayé y me presenté. Cuando llegué, a las 6 de la tarde, Lilo me dijo: “ahora llega Roger, y si está con buena onda vemos si tocás”. ¿Cómo si está con buena onda…? ¿No pidió un saxofonista? Y Lilo me respondió “No, fue una idea que se me ocurrió a mí. Lo fui a ver la semana pasada al teatro Coliseo y pensé que le faltaba un saxo”. Cuando me dijo eso pensé acá no va a pasar nada, mejor me vuelvo a casa. Pero lo que hizo Lilo fue algo que yo nunca me habría atrevido a hacer. Fue gracias a su locura que llegué a tocar con Hodgson. Quiero aclarar que Roger es un pan de Dios, un caballero inglés. Tiene cara de bueno, porque lo es. Es muy cariñoso. Me preguntó cómo me llamaba, me pidió que trajera el saxo, probamos con el tema London, y cuando terminamos, me dijo “¡Muy bueno! ¿Qué otros temas sabés?” Saqué la lista y me dijo “¿Querés tocar esta noche con nosotros?” De allí en más toqué con él varios años.

 ER: Después vino la etapa europea de tu carrera… ¿Nos contás?

NF: En 2002 me mudé a España. El comienzo fue muy duro. En febrero de 2004, Hodgson me llamó para preguntarme si quería acompañarlo en una serie de shows en Europa llamado The Night Of The Proms (Nota: es el evento puertas adentro más importante de toda Europa, y reúne a los nombres más importantes de la música clásica y el pop, con una orquesta sinfónica de 72 músicos, un coro de 50 cantantes, una electric band, y tres vocalistas). Hicimos 12 shows y como los productores quedaron contentos con mi trabajo, me llamaron para más funciones a fin de año en Bélgica, Holanda y Alemania. Fui allí con Roger y en ese mismo show me encontré tocando con Cyndi Lauper, James Brown, Tony Hadley (el vocalista de Spandau Ballet). Me sentía como un chico en una juguetería. Había tocado “I Feel Good” doscientas mil veces, pero ahora lo estaba haciendo con James Brown en persona. Fueron 20 shows, de un total de 50. Fue allí donde conocí a Joe Cocker. Su manager quedó muy contento conmigo, y me pidió mi tarjeta. Como Joe tenía su saxofonista desde hacía muchos años, me olvidé del tema. Pero en marzo de 2005 Joe salía de gira con su nuevo disco, Heart & Soul y recibí un llamado de la oficina de su manager, Roger Davies, para preguntarme si estaba disponible para salir de gira con Joe. (Nota: Roger Davies es australiano y es el legendario manager de Joe Cocker, Tina Turner, Cher, Olivia Newton-John, Janet Jackson, Sade y Pink). Por supuesto respondí que sí. Cancelé toda mi agenda y viajé a Francia para los ensayos. Terminado el primer ensayo, Davies me dijo: “la gira dura mucho más que dos meses. ¿podés hacer la gira completa con nosotros?” Desde ese día, tengo el orgullo y el placer de tocar con una leyenda como Joe Cocker.

 ER: ¿Cómo es un día de trabajo con Joe Cocker?

NF: No sé si llamarlo trabajo… Si bien es un “trabajo”, tocar con un artista legendario como Joe Cocker tiene muchos puntos a favor. Usualmente, en días de show a las tres de la tarde hacemos una prueba de sonido. Luego cada uno se dedica a su vida personal: comer, leer, contactarse con la familia por Internet, cosas así. Cuando termina el show, si estamos en gira por tierra, subimos al bus, y amanecemos en la siguiente ciudad del itinerario. Si tenemos que volar, volvemos al hotel a descansar hasta el momento de la partida.

ER: Pero además de tocar con Joe Cocker, tienes una carrera solista, ¿cómo la manejás?

NF: Es difícil. Todavía no está muy desarrollada. Unos diez meses antes de irme de Argentina, había empezado a trabajar con músicos increíbles como Jon Aguilera y Horacio Montesano. Habíamos grabado cuatro temas en un estudio, producidos por Jorge “Mosquito” Garrido. Después pasó todo lo que pasó en Argentina en 2001 y todo quedó en la nada. Yo me fui del país, y por casi diez años el proyecto quedó en un cajón hasta hace dos años y medio, cuando decidí grabar mi disco. Tengo muchos temas propios compuestos y recibí mucha ayuda de músicos amigos. Me ayudó mucho Carlos Lambertini, un talentosísimo músico argentino que vive en Mallorca desde hace más de 25 años. Lo hice sin apoyo de ninguna discográfica. Ahora ya está ahí para la eternidad. Si algún día me llego a ir, por lo menos va a quedar una parte de mi música.

ER: ¿Y cómo manejás la relación con tus fans? ¿Usás Twitter o Facebook?

NF: Tengo mi sitio web www.norbertfimpel.com Antes de sacar mi disco, no quería hacer un perfil en Facebook o en Twitter para no pasarme el día frente a la computadora. Pero una vez que lo terminé, me dí cuenta de que son herramientas muy poderosas y que no se pueden desaprovechar. Por eso abrí un perfil en Facebook y me reencontré con gente que hace 25 años o más que no veo, amigos de la infancia y la adolescencia. Es cierto que lleva mucho tiempo porque también te ponés a ver cosas de otros, pero trato de darle el tiempo justo. También quiero dedicarle tiempo a mi familia, al instrumento y a la composición. Tengo que ordenar mucho las prioridades.

ER: Para cerrar, no puedo evitar preguntarte esto… ¿Te animás a tocar una composición tuya en exclusiva para CNN?

NF: ¡Sí claro!

Ya cerrada la nota, subimos al mini-estudio de Tote Puerta a grabar “Smooth”. Lo que van a escuchar, es toma 1.

¡Gracias y buen show, Norbert!