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(CNN) — El mediocampista del Bolton Wanderers, Fabrice Muamba no respondió a 15 choques de desfibrilador y estuvo muerto durante 78 minutos antes de que su corazón volviera a latir, revelan médicos que lo atendieron.

El jugador de 23 años ha mejorado significativamente desde que sufrió un paro cardíaco durante un partido de la Copa FA inglesa el pasado domingo, pero sigue en cuidado intensivo con una condición descrita como seria.

Muamba está respondiendo apropiadamente a preguntas, hablando en francés e inglés, y hasta ha bromeando con algunos de sus visitantes.

El médico del Bolton, Jonathan Tobin, habló por primera vez este miércoles con los reporteros sobre la severidad del colapso de Muamba y los esfuerzos frenéticos que hizo para salvarle la vida.

Tobin dijo que él y otros paramédicos atendieron a Muamba en la cancha y mientras iban rumbo al Hospital Chest de Londres, Inglaterra, pero tomó más de 30 minutos reanimar el corazón del mediocampista.

“En efecto, estuvo muerto en ese tiempo”, dijo el médico Tobin. “Fabrice tenía un paro cardíaco donde el corazón muestra varias cargas de actividad eléctrica pero ninguna actividad muscular”.

“Es algo que normalmente responde a medicamentos y choques. No sabemos por qué, pero Fabrice tuvo, en total, 15 choques. Tuvo más de 12 choques en la ambulancia”.

La difícil situación de Muamba sorprendió a los jugadores y seguidores de la estrella nacida en el Congo cuando cayó al suelo sin que nadie estuviera cerca de él antes del medio tiempo del partido.

Y Tobin explicó la exasperación que sintió mientras corría en el césped, con los demás médicos en el estadio, tratando de salvar la vida de Muamba con 40,000 personas viendo todo.

“No puedo comenzar a explicar la presión que había”, dijo. “No es alguien que haya estado en la calle o haya sido llevado por un accidente o una emergencia”.

“Era alguien que conozco, conozco a su familia. Es alguien a quien considero mi amigo. Es alguien con quien bromeó diario. Y corría en el campo pensando ‘¡Dios mío, es Fabrice!’”.

El esfuerzo desesperado para salvar a Muamba fue asistido por un cardiólogo de guardia, que estaba en el estadio viendo el juego como fanático y se le permitió que ingresara a la cancha.

El médico Andrew Deaner sugirió que Muamba fuera transferido al Hospital Chest de Londres, donde trabaja, y le administró medicamentos vitales al jugador en la ambulancia.