(CNN) — Los oficiales de policía que tienen al menos 60 segundos de actividad física intensa durante un encuentro combativo pueden sufrir pérdida de memoria, según un estudio publicado en la revista Psychological Science.
Los investigadores descubrieron que los agentes que perseguían a un sospechoso o que participaban en un altercado físico con una persona olvidaban detalles del incidente e incluso eran incapaces de identificar al sospechoso en una fila.
Lorraine Hope, de la Universidad de Portsmouth en Gran Bretaña y autora principal del estudio, dijo que los hallazgos son una “advertencia” para los oficiales, jefes de policía e incluso para el sistema judicial.
“A menudo se espera que los agentes policiales recuerden con detalle quién dijo qué y cuántos golpes fueron recibidos en medio de una lucha física o poco después”, dijo Hope. “Los resultados de nuestras pruebas indican que podría ser muy difícil para ellos hacer esto”.
En el estudio participaron 52 policías —42 hombres y 10 mujeres— de Winnipeg, Canadá, con una carrera de alrededor de ocho años. Todos se ejercitaban regularmente, estaban saludables y en forma.
Los agentes fueron divididos en dos grupos. Ambos asistieron a una reunión informativa y recibieron información sobre tres robos a mano armada; más tarde vieron una alineación de seis personas en fotografías a color.
Luego, el grupo fue dividido en parejas: un oficial golpeaba un saco de boxeo hasta que estaba visiblemente cansado y el otro no. Después se trasladaron a un espacio ambientado como un hogar real, donde un individuo tenía acceso a múltiples armas colocadas estratégicamente alrededor de la habitación.
Cada agente experimentó un escenario en el que había un enfrentamiento verbal, breve pero agresivo, con esa persona.
Una vez concluido el ejercicio, los policías realizaron tres pruebas de memoria. Los investigadores les pidieron recordar los detalles de su reunión informativa inicial, el encuentro y después les mostraron las fotografías de los sospechosos.
Los efectos del cansancio en la memoria
Los investigadores encontraron que el grupo que hizo esfuerzo físico recordaba menos información de la conferencia original y del encuentro con la persona objetivo.
De hecho, más del 90% de los oficiales en el grupo que no se esforzó físicamente pudo recordar por lo menos un detalle sobre el objetivo, mientras que apenas un tercio de los oficiales involucrados en la actividad física recordaba cuál era la persona que había visto.
“A medida que el agotamiento nos absorbe, los recursos cognitivos tienden a disminuir”, dijo Hope. “La capacidad de modificar totalmente la atención se inhibe, por lo que información potencialmente relevante podría incluso no ser atendida. En última instancia, la memoria está determinada por lo que podemos procesar y atender”.
El sargento Jason Anderson, un instructor del uso de la fuerza del Servicio de Policía de Winnipeg dijo que la investigación ayudará a los oficiales en capacitación a aprender más acerca de lo que puede suceder en condiciones adversas.
“Permitirá que los oficiales entiendan que no están ‘mal’, ‘mintiendo’ o que carecen de ‘lo necesario’, porque no pueden recordar ciertos aspectos de un combate volátil mano a mano que amenazó su vida”, dijo Anderson.
El estudio, dijo, refuerza la idea de que está bien decir: “No recuerdo” o “no puedo recordar”.
“Eso es simplemente la realidad”, dijo Anderson. “No me importa en qué tan buena forma estés, cuando llegas a tu punto de quiebre físico personal o al agotamiento extremo, tu único objetivo es permanecer consciente y vivo. Tu memoria será afectada adversamente y dramáticamente durante un encuentro de combate”.
Todos los participantes del estudio recordaban haber visto al sospechoso enojado en el escenario. Pero los oficiales que no se esforzaron físicamente proporcionaron una “descripción más detallada y significativa” de él y cometieron la mitad de errores al recordar que quienes estaban exhaustos.
“Estos observadores también tenían el doble de probabilidades de identificar correctamente al sospechoso en una alineación”, de acuerdo con la investigación. No hubo diferencia en la manera en que los oficiales registraron las señales de amenaza.
El estudio es el primero de su tipo que pone a prueba el recuerdo del testigo después del esfuerzo físico, dijeron los investigadores. Anderson cree que tendrá repercusiones de gran alcance para los cuerpos policiales y para los casos en tribunales.
“Las fuerzas del orden ahora pueden respaldar nuestras creencias subjetivas y observaciones por primera vez utilizando la ciencia como respaldo”, dijo Anderson. “Está bien decir: ‘No, no recuerdo el color de su sombrero’; ‘No, no puedo recordar lo que él o el espectador decía’; ‘¡No, no recuerdo cuántos golpes, rodillazos o codazos di, ni exactamente dónde los di’”.
Anderson dijo que, en última instancia, “bajo agotamiento extremo y ataques, los oficiales están tratando de volver a casa. Ellos están tratando de mantenerse con vida. Las personas necesitan ser educadas acerca de la realidad de estos encuentros. Este estudio es una herramienta extremadamente importante en este tipo de educación”.
El Departamento de Policía de Winnipeg no ha hecho ningún cambio con base en los resultados del estudio, pero utiliza sus hallazgos al entrenar a los reclutas.