Aficionados del fútbol tomen nota para el próximo juego: los mejores jugadores pueden ser más rápidos pensadores que tú.
Un estudio dirigido por investigadores suecos sugiere que los jugadores de fútbol de elite superaron a los jugadores en las divisiones inferiores en pruebas de ciertas capacidades cognitivas, y ambos grupos superaron al público en general. Los resultados fueron publicados recientemente en la revista PLoS ONE.
En concreto, el estudio se centró en la función ejecutiva, que está implicada en la memoria de trabajo. Cada vez que usted utiliza la memoria para resolver una tarea, como atarse los cordones o hacer una llamada telefónica, eso es la memoria de trabajo en acción. La función ejecutiva también participa en la creatividad, la multitarea y la inhibición.
“Un jugador exitoso debe evaluar constantemente la situación, compararla con las experiencias del pasado; crear nuevas posibilidades; tomar decisiones rápidas para la acción, pero también inhibir rápidamente decisiones ya planeadas”, escriben los autores.
El fenómeno no ha sido estudiado en detalle antes, en lo que se refiere a los atletas profesionales. Pero investigaciones anteriores mostraron que los deportistas expertos tienen mejores habilidades en cosas como evaluación de las probabilidades, el reconocimiento de patrones y el uso de la información dada por la visión periférica.
Los participantes en el estudio sueco incluyeron a 57 hombres y 26 mujeres, todos los jugadores de fútbol de las tres principales ligas de fútbol de cada país.
Los jugadores se sometieron en el otoño (boreal) de 2007 a exámenes de la función cognitiva, que tienen bien establecidas las puntuaciones medias de la población en general. La información sobre los goles de los jugadores y las asistencias se obtuvo entre enero de 2008 a mayo de 2010. Los investigadores suecos luego volvieron a mirar los resultados de las pruebas de los jugadores, para ver si la función cognitiva pudiera predecir desempeños posteriores.
El resultado fue que un mayor rendimiento en la prueba cognitiva se correlacionó luego con el desempeño posterior de los jugadores, basándose en un grupo submuestras del grupo original.
La teoría es que jugar al fútbol puede haber mejorado la función ejecutiva de los jugadores. Pero no hubiesen sido capaces de llegar a un nivel tan alto de profesionalismo, si no hubiesen sido buenos para estas tareas mentales de entrada, dijo el coautor del estudio, Predrag Petrovic, del Instituto Karolinska en Estocolmo.
La pregunta es: ¿se deben reclutar jugadores de fútbol sobre la base de pruebas cognitivas como estas?
El estudio apunta en esa dirección, pero el número de participantes es pequeño, y las conclusiones no prueban causalidad. Es una pregunta que requiere mayor investigación; si es que jugar al fútbol causa un mejor procesamiento cognitivo, o si el procesamiento cognitivo conduce a un mejor rendimiento en el fútbol. Este estudio además, no dice nada sobre el componente genético de rendimiento atlético o mental.
Bradley Hatfield, profesor de la Universidad de Maryland, de la Escuela de Salud Pública, quien ha investigado la relación entre la función ejecutiva y el ejercicio, independientemente del grupo de Petrovic, dice el estudio esta basado en un modelo conceptual razonable. Agrega que No hace declaraciones definitivas acerca del papel de estos procesos cerebrales en el éxito del fútbol, pero sus sugerencias son plausibles sobre la base de la investigación que ha realizado, escribió Hatfield en un correo electrónico.
“Creo que es relevante para el interés público y la calidad del trabajo es apoyada por su aparición en una publicación revisada por pares”, dijo.
Sin embargo, Mark Williams, profesor de la conducta motora en Liverpool, en la Universidad John Moores, en el Reino Unido, es más escéptico. Señala que, dado que las capacidades cognitivas han sido previamente demostradas que tienen correlación con la capacidad aeróbica, es posible que los atletas de élite posean un mejor desempeño en las pruebas porque están en mejor forma física.
En definitiva, se necesitan más investigaciones antes de sacar conclusiones finales.