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(CNN) — La presidenta de Brasil Dilma Rousseff manifestó su preocupación por las políticas económicas de Estados Unidos, por considerar que pueden perjudicar a las economías emergentes.

La mandataria dio a conocer estas declaraciones a su homólogo estadounidense, el presidente Barack Obama durante una reunión bilateral cuya agenda estuvo marcada por la energía, el comercio y la educación.

Ambos gobernantes destacaron el lunes la importancia de los vínculos entre ambos países y subrayaron la cooperación mutua, según dijeron a los medios tras la reunión, que se celebra poco antes de la Cumbre de las Américas de Cartagena de Indias, Colombia, del próximo fin de semana.

En la declaración, evitaron aludir a asuntos con menor cooperación, como la compra de aeronaves militares o el posible apoyo de EU para que Brasil logre un asiento en el Consejo de Seguridad de la ONU.

La presidenta brasileña manifestó su preocupación por que las políticas económicas de Estados Unidos y otras potencias globales puedan ser perjudiciales para las naciones en desarrollo. Según la mandataria brasileña, las bajas tasas de interés estadounidenses afectan a sus socios comerciales, como Brasil.

El gobierno de Rousseff anunció recientemente una serie de medidas para impulsar el crecimiento y controlar la sobrevaluación de su moneda. La reforma incluye fuertes tasas de interés e impuestos a la entrada de divisas.

Las políticas monetarias expansionistas, como mantener a la baja las tasas de interés, han “guiado últimamente a la depreciación en el valor de las monedas de países desarrollados, lo cual perjudica las perspectivas de crecimiento en los países emergentes”, según Rousseff.

El ministro de Exteriores brasileño dijo a los periodistas antes de la reunión que el comercio entre ambos países ha crecido en los últimos años a pesar de los problemas económicos globales. Se refirió al déficit comercial brasileño con Estados Unidos como algo no ideal y como un reto. El comercio bilateral entre ambos países alcanzó en 2011 los 740,000 millones de dólares, según el gobierno estadounidense.

Estados Unidos fue durante décadas el mayor socio comercial de Brasil, pero ahora China es el principal destino de las exportaciones del país sudamericano. Obama, quien el año pasado visitó en Brasil a Rousseff, enfatizó la influencia del país latinoamericano en asuntos globales tras convertirse en la sexta economía mundial, por encima de Gran Bretaña.

El mandatario se refirió al “extraordinario progreso que Brasil ha tenido” para convertirse “no sólo en una voz guía de la región, sino también una voz guía en el mundo”. Obama destacó su desarrollo energético y el crecimiento de una industria de biocombustibles antes que la del petróleo y el gas.

“Estados Unidos no sólo es un potencial gran cliente de Brasil, sino que pensamos que podemos cooperar de cerca en un amplio rango de proyectos energéticos juntos”, aseguró Obama.

Rousseff reconoció que el desarrollo en petróleo y gas ofrecen “una tremenda oportunidad para mayor cooperación” y anticipó que esto jugaría “un mayor papel” en las relaciones comerciales de los dos países. La mandataria agradeció la decisión de cortar las tarifas al etanol brasileño.

Sobre educación, Rouseeff elogió el programa de intercambio educativo de su gobierno, que busca el envío de 100,000 estudiantes a distintos países para preparación científica, que incluye 20,000 enviados a EU.

La presidenta viajará el martes a Boston para hablar en dos destinos disputados por los estudiantes brasileños: la Universidad de Harvard y el Instituto Tecnológico de Massachusetts.

Los mandatarios no dijeron si discutieron la compra de armamento o un posible apoyo estadounidense para la inclusión de Brasil en el Consejo de Seguridad de la ONU.