(CNN) — Nuevas investigaciones revelan que las mujeres que toman cualquier tipo de terapia de reemplazo hormonal por más de 10 años pueden incrementar el riesgo de desarrollar cáncer de mama.
Algunas mujeres siguen usando este tipo de terapias para ayudar a aliviar los síntomas desagradables de la menopausia, que pueden incluir sofocaciones, sudoración nocturna y problemas de memoria.
El estrógeno más la progesterona se prescribe a las mujeres que todavía tienen un útero porque las investigaciones han demostrado que la progesterona reduce el riesgo de cáncer en el revestimiento del útero. Las mujeres que se han sometido a una histerectomía, donde su útero fue removido, son tratadas con terapias únicamente de estrógenos.
Durante la última década, las investigaciones han ido hacia atrás y adelante sobre estos medicamentos, generando preocupaciones sobre su impacto en el cáncer de mama y las enfermedades del corazón. Un estudio publicado el pasado mes sugería que el estrógeno puede ser bueno para ti a corto plazo, pero un nuevo estudio presentado en la conferencia de la Asociación Americana de Investigación del Cáncer en Chicago, Estados Unidos, esta semana es el primero que examina los efectos de la terapia de reemplazo hormonal por más de 10 años.
La autora principal del estudio, la médico Wendy Y. Chen del Instituto Dana- Farber de Cáncer en Boston, Massachusetts, en Estados Unidos, dice que su investigación muestra que las mujeres deben ser cuidadosas con el uso a largo plazo de la terapia de reemplazo hormonal.
Más riesgos que beneficios
En 2002, uno de los brazos de un gran estudio en Estados Unidos, la Iniciativa de Salud para las Mujeres (WHI, por sus siglas en inglés), buscaba confirmar que la terapia de reemplazo hormonal ayuda a prevenir las enfermedades del corazón. Esta declaración fue detenida cuando se descubrió que las mujeres en el estudio que tomaban estrógenos y progesterona en realidad tenían un mayor riesgo de cáncer de mama invasivo, coágulos sanguíneos, derrames cerebrales y enfermedades del corazón después de cinco años. Mientras que la combinación de hormonas mostró algunos beneficios incluyendo la reducción de fracturas de cadera y cáncer de colón, los investigadores determinaron que “el daño era más grande que el beneficio”.
En un estudio separado, la WHI también estudió a mujeres que estaban tomando sólo terapia de reemplazo hormonal con estrógenos. Este estudio fue detenido en 2004, cuando los investigadores detectaron un aumento en el riesgo de derrames cerebrales y coágulos sanguíneos. El estudio encontró una reducción en el riesgo de cáncer de mama comparado con las mujeres que tomaban el placebo, pero la diferencia no fue significativa en las estadísticas.
La investigación actual de Chen observó datos del Estudio de Cuidados de las Enfermeras desde 1980 hasta el 2008, el cual siguió la salud de cerca de 60.000 enfermeras. Observaron a las mujeres que utilizaban estrógeno o estrógeno más progesterona por más de 10 años y encontraron que:
- El uso de estrógeno más progesterona de 10 a 14.9 años tuvo una incidencia de 88% de cáncer de mama.
- El uso de estrógeno más progesterona de 15 a 19.9 años tuvo un riesgo de incremento de “más del doble”.
- El uso sólo de estrógeno de 10 a 14.9 años tuvo un aumento de riesgo del 22% en cáncer de mama.
- El uso sólo de estrógeno de 15 a 19.9 años tuvo un aumento de riesgo del 43% en cáncer de mama.
La investigación encontró que el riesgo de cáncer de mama no se estabilizó para cualquier tipo de terapia hormonal. La médico Chen señala que “hay un efecto continuo en el tiempo. Mientras más la usas, más grande es el riesgo”.
Es importante mantener las cifras en perspectiva. De acuerdo con el Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos, cuando analizas el aumento de riesgo de cáncer de mama en las mujeres del WHI que toman estrógeno y progesterona, el riesgo absoluto era muy bajo. Pero poniendo el número en los porcentajes hace que las estadísticas se vean desalentadoras.
“Este estudio añade una importante pieza a la evidencia disponible respecto a la terapia de reemplazo hormonal”, dijo el médico Michael Cowher, cirujano de mama en la Clínica de Cáncer de Mama de Cleveland en Estados Unidos. “Similar a la terapia de estrógeno más progesterona, existe también un riesgo incrementado de continuar la terapia sólo con estrógeno por más de 10 años. El descenso inicial de la incidencia de cáncer de mama puede revertirse a un aumento en el uso a largo plazo. Para las mujeres que han estado en una terapia de reemplazo hormonal a largo plazo, ya sea sólo con estrógeno o con estrógeno más progesterona, este estudio podría provocar una discusión con su médico para considerar la suspensión”.
La Sociedad Americana de Cáncer en Estados Unidos (ACS, por sus siglas en inglés) exhorta a las mujeres a hablar con sus médicos y ponderar los riesgos y beneficios del uso de la terapia de reemplazo hormonal. Estos riesgos puede incluir cáncer, enfermedades del corazón y coágulos sanguíneos. La ACS recomienda a las mujeres a usar las menores dosis posibles por la menor cantidad de tiempo para prevenir efectos dañinos a largo plazo.
A pesar del aumento en el riesgo de desarrollar cáncer de mama, los investigadores no encontraron un aumento en el riesgo de morir de cáncer de mama. Chen y sus colegas actualmente están examinando ese aspecto de los resultados.