El Dominator, el vehículo que utilizan los cazadores de tornados.

(CNN) – En las películas, parece que los cazadores de tornados conducen unos kilómetros, encuentran algunas nubes verdes y un tornado se deja caer desde el cielo justo frente a los protagonistas. Bueno, podemos decir que Hollywood ha tomado algunas libertades creativas respecto de la realidad.

Eso no significa que la experiencia de ver un tornado en la vida real es menos excitante que el corazón latiendo con fuerza en los momentos en que aparece en las películas. Encontrarme cara a cara con mi primer tornado, un EF4 cerca de Tipton, Oklahoma, fue una experiencia que todavía no puedo describir.

Si bien el hecho de ver un tornado puede estar en la lista de cosas excitantes para hacer de muchos; no creo que esa lista incluya la realidad de la comida de las estaciones de servicio, el aseo de sus baños, y el aroma a estiércol de vaca que nunca está muy lejos.

Lo sé, estos son los pequeños inconvenientes de los largos viajes por carretera, que al final valen la pena por la oportunidad de ver como nace una fuerza impresionante de la naturaleza. Sin embargo, nunca deja de sorprenderme el paisaje repetitivo de ciertos estados. Conduciendo por una zona rural, en un camino de dos carriles de asfalto en algunas partes de Kansas y Oklahoma, es como correr en una caminadora: se pueden acumular las millas, pero el paisaje no cambia.

También estoy sorprendido de que todas las gasolineras venden la misma carne seca, y los mismo sándwiches de ensalada de pollo. También es sorprendente la cantidad de estaciones de servicio que aún tienen letrinas -y sí, usted no necesita una clave para poder entrar.

Luego está el olor del estiércol de vaca. Parece que cada 15 kilómetros el aroma impregna el vehículo. La culpa es de los corrales masivos de ganado que producen carne vacuna en y para EE.UU. No voy a incursionar en los méritos de estas máquinas modernas de la carne, pero vamos a decir que huele a…

Mientras que la mayoría de los cazadores tratan de mantener una sana distancia de los vientos de los tornados; que pueden llegar a cientos de kilómetros por hora, Reed y su equipo tratan de llegar lo más cerca de su vehículo les permita sobrevivir con la esperanza de tomar las lecturas meteorológicas dentro del vórtice.

Me he familiarizado bastante con el Dominator estos últimos días, trabajando como fotógrafo para el nuevo reality de Timmer en la Web. Al ser el fotógrafo principal, en este caso, me paso los días sentado en el asiento trasero, cámara en mano, esperando que suceda algo interesante.

Tomen nota los buscadores de emociones: salir en el Dominator no es tan glamoroso como parece. Hace calor, luego frío, luego calor otra vez. Se suda como una lata de cerveza en una tarde de verano de Mississippi. Huele (incluso cuando no hay ninguna granja vacuna cercana). Y hay mucho ruido. Estoy hablando de monster truck con las ventanas abiertas en una ruidosa calle de tierra.

Hablando de caminos de tierra, estos no se llevan bien con el vehículo. El polvo se filtra por todo el interior de este tanque caza tornados. Taparse la boca con la camiseta no bloquea demasiado, pero uno se siente mejor sabiendo que ha hecho el esfuerzo para proteger los pulmones.

La parte positiva es que todos quieren tomarse una foto; en cada parada en las gasolineras, con el semáforo en rojo e inclusive cuando el Dominator pasa a alguien en la autopista. La gente ama la Dominator, y ¿quién no? Es un asombroso espectáculo en sí mismo.

Las largas horas, las experiencias de las gasolineras y la asfixia por el olor son un recuerdo lejano cuando finalmente se llega a una tormenta que está a punto de producir un tornado. Las nubes bajas y negras cuelgan sobre el horizonte y parece que van a caerse en cualquier momento. El Dominator para a un lado de la carretera y todo el equipo salta de él para echar un vistazo. Todos apuntan hacia el cielo en busca de ese pequeño signo de que la naturaleza está al borde de dar rienda suelta a su poder, al otro lado de la carretera.

A continuación, las ráfagas de viento, la temperatura desciende y el granizo comienza a apedrear en la cabeza como un niño tirando monedas desde un rascacielos. El equipo salta de nuevo al vehículo y comienza la carrera para mantenerse al día con la rotación del tornado. Corremos a través de la lluvia cegadora, con remolinos de viento y granizo de gran tamaño. A pesar de la estructura prometedora de la tormenta, no se formó un tornado.

Se pone el sol y la tormenta se debilita; el equipo se dirige de nuevo a Norman, Oklahoma, para prepararse para otro día de persecución. Los modelos climáticos muestran que este es uno de los mayores brotes de tormentas en centro (Great Plains) de EE.UU en años.

Todo el mundo está preparado y listo para salir a la carretera nuevamente, en la eterna búsqueda de la oportunidad de experimentar una fuerza tal de la naturaleza que ni Hollywood puede igualar.

Nota del editor: Aaron Brodie, de CNN está junto a Reed Timmer de los “Cazadores de tormentas” en el Dominator, el vehículo con el que investigan los tornados. Pueden seguir en directo la persecución de las diferentes tormentas en TVN Weather.