(CNN) — En Estados Unidos, una mujer vestida como sirvienta puede significar dos cosas: está ahí limpiar tu casa o está disfrazada. La segunda es considerada sexy.
Sin embargo, en Japón, el disfraz de sirvienta tiene un significado completamente diferente: provoca una reacción inmediata. La cultura japonesa le tiene gran cariño a las sirvientas, tanto así que se ha generado toda una cultura en torno a ellas. Enraizado en el gusto japonés por lo cute (adorable), no es raro ver a mujeres vestidas de sirvientas por las calles de Akihabara (en la principal isla de Japón, Honshu, cerca de Tokio) entregando propaganda para promocionar sus tiendas ubicadas en esa zona.
Desde luego, los otaku tienen una especial debilidad por las sirvientas.
Ha habido un gran número de historias en las noticias internacionales sobre los maid cafes (o “restaurantes cosplay”) de Japón, que tuvieron origen a principios de la década del 2000. En estos cafés, el personal está compuesto por jóvenes mujeres que usan disfraces de sirvienta y sirven a los clientes. En sus menús regularmente se ofrecen postres con decorados cute, y estas sirvientas acuden a las mesas para decorar tus alimentos con diseños o dibujan lindos corazones en la espuma de tu café antes de entregártelo.
Estos cafés se han vuelto cada vez más populares, tanto, que se han creado establecimientos alrededor del mundo, incluyendo Estados Unidos. Tokio está tan lleno de estos lugares que hasta se ha publicado una lista de los mejores maid cafes.
Intimidad, poder y sumisión
El propósito de la experiencia de los maid cafes es establecer una relación íntima, segura pero de sumisión. Por ejemplo, las sirvientas se refieren a sus clientes como “amos” o “amas” al darles la bienvenida al establecimiento. Dependiendo de dónde ubiquen al cliente, tienen disponibles servicios más allá de los básicos, como la posibilidad de jugar videojuegos con la sirvienta o tomarte fotos con ella y que ella decore, por un precio adicional, la foto a mano para ti
Existe otro tipo de normas: está prohibido hacer preguntas a las sirvientas sobre su vida personal o sexual. Las sirvientas representan a un personaje mientras trabajan: el de chicas obedientes, dulces e infantiles, y esto es lo que esperan los clientes.
Los maid cafes empezaron como una forma de atender a los otaku japoneses, pues usualmente las sirvientas aparecen en los Anime y Manga como un símbolo de lo que los japoneses consideran como la mujer ideal: atractiva, servicial, pero lo mejor de todo, extremadamente tierna.
La parte esencial de la fórmula de la sirvienta es el moe. En la cultura japonesa, específicamente la cultura otaku, esta palabra tiene muchos significados. Típicamente se refiere a cierto tipo de ternura jovial que puede observarse al por mayor en los populares géneros Anime y Manga, y a un tipo de respuesta específica a esa cualidad de adorable, una especie de devoción abrumadora.
Mientras la cultura de las sirvientas fue adquiriendo mayor fama, los fans estadounidenses del Anime y del Manga se enteraron de la moda y la adoptaron, como lo habían hecho con otras tendencias japonesas. Los fanáticos hicieron sus propios disfraces de sirvienta y los usaron en congresos de cómics y videojuegos. También existe un sinnúmero de sitios web con líneas de disfraces de sirvienta en venta.
Los otaku estadounidenses imitaron los estilos de sus Anime favoritos, pero las razones por las cuales ellos se disfrazan son muy diferentes a las de los fans japoneses. A los extranjeros usualmente les fascinan las formas en las que los japoneses buscan intimidad y conexiones humanas fuera de las relaciones tradicionales, por ejemplo en videojuegos y por compañía en 2D. En un maid cafe en Japón, un cliente experimenta la calidez de obtener la atención devota de alguien, lo cual es una fantasía moderna de intimidad.
“¿Por qué me gustan las sirvientas? Bueno, probablemente porque me hace sentir que tengo mucho poder, ya que tengo a una chica linda en un lindo disfraz atendiendo cada una de mis demandas”, dice Elias Varela, un fan de Anime estadounidense que dice tener una fijación por las sirvientas. “Quizá es porque esto es parte de la cultura otaku y me recuerda al sinnúmero de chicas tiernas de los Anime que han usado ese traje. Sólo recordar eso me hace querer ir a Akihabara y visitar los maid cafes de allá”.
¿Erotismo velado?
Pero este sentimiento hacia las sirvientas es muy diferente del de los espectadores japoneses, que es un poco más complejo que sólo ver a una chica usando un disfraz adorable.
“La sirvienta está más asociada con los personajes del Manga, el Ánime y otros juegos que con los seres humanos”, dice Patrick Galbraith, autor de los libros La enciclopedia otaku y Espacios otaku. “Consumir ‘sirvientas’ es consumir un mundo donde las ‘sirvientas’ existen, que está completamente fuera de la experiencia cotidiana de Japón. Es otro tiempo y lugar”.
La sirvienta funciona como una versión exagerada de cómo los japoneses creen que debería de ser una mujer: Amable, con aceptación, inocente y feliz de proveer para sus invitados siempre.
Pero mientras en Estados Unidos la sirvienta frecuentemente tiene connotaciones sexuales, la versión japonesa no las tiene; al menos en la superficie.
“En la cultura de las sirvientas, la sexualidad aparece en todos y en ningún lugar, por ejemplo: entrever un fondo blanco debajo de los pliegues de la falda corta de una sirvienta”, dice Galbraith. “Esos momentos están cargados [de erotismo], pero al mismo tiempo difuminados en una interpretación como algo que pasa desapercibido. La negación explícita de la sexualidad abre el camino a una producción infinita de deseo, cuando las ataduras no son estables y siguen divagando”.
“Mientras que los clubs de hostess son lugares para exhibirse, los maid cafes ofrecen reconocimiento sin entrega de sí mismo. Las sirvientas permiten a los hombres que sean inexpertos y los aceptan incondicionalmente. A aquellos que están alienados del grupo y no están pulidos por esas dinámicas, se les ofrece un lugar para simplemente estar”.
No es sorpresa, por lo tanto, que cuando un visitante llega a un maid cafe por primera vez, la sirvienta que lo recibe le hace una pregunta que lo introduce a la fantasía: ¿Es la primera vez que llega a casa?