Hace unos años, en las costas caribeñas tan sólo quedaban unos cuantas guacamyos verdes gracias a la cacería furtiva y el intento por domesticar estas grandiosas aves.
Gracias al Ara Project y el sudor de sus voluntarios, decenas de estos animales ahora vuelan libres de vuelta en su hábitat.
Sin embargo, el proceso de re-introducción no es nada fácil, pero para estos apasionados biólogos, vale la pena el esfuerzo.