Por William Turner M.

(CNNMéxico) — La contaminación ha llegado hasta los congelados paisajes del Polo Sur, y un grupo de pingüinos no está dispuesto a tolerar un “planeta trastocado y alterado”. Para buscar un nuevo hábitat, que no haya sufrido los estragos del cambio climático, deciden emprender un viaje hacia el Norte, solo para encontrar que el hombre ha marcado de manera definitiva los paisajes naturales del continente Americano.

Esta es la historia que narra Víctor Solís en Centígrados y paralelos, donde 48 pingüinos recorren carreteras, ciudades, montañas y selvas de México, Argentina y Brasil, para denunciar el deterioro ambiental del planeta.

“Estos 48 pingüinos deciden moverse de su hogar por la llegada del ruido humano, marchan de manera silenciosa. Van sin rumbo hasta topar con pared, una valla en la frontera con Estados Unidos, que les impide seguir”, detalló Solís a CNNMéxico.

Aunque parezca un trabajo riesgoso el colocar a estas aves en el desierto o vagando por las carreteras del continente, en este proyecto ningún animal fue lastimado, pues se trata de figuras de cerámica que moldeó el propio autor. Esto le permite colocar a estos pingüinos en “escenarios que crean una situación absurda”.

“El espectador interactúa con las imágenes, porque no son lo que parecen ser. La gente no conoce a las piezas ni su tamaño, por lo que se dan escenarios mágicos en las imágenes, donde una playa puede representar un gran desierto o vidrios rotos sobre el asfalto parecen inmensos bloques de hielo. La imaginación vuela y es la que arma la escena”.

Desde que era niño, Solís observaba que a estos animales regularmente se les daba una personalidad humana en programas de televisión o documentales: “los pingüinos siempre han tenido cierta gracia, características antropomórficas porque andan erguidos y los colores de sus plumas parecen trajes de gala; además, cuando están en colonia, parece que están discutiendo temas variados e importantes”.

Todo cambia

Centígrados y paralelos, las palabras que conforman el título del libro, remiten a escalas que se miden en grados: la temperatura y las latitudes. La presencia del hombre en el planeta ha ocasionado que la temperatura suba y las especies sean desplazadas.

“Es el destino de todas las especies, (los humanos) somos lo más agresivo a lo que se enfrentan: provocamos el cambio de temperatura y el desplazamiento de las mismas de su territorio”, dijo Solís.

“Me parecía importante hablar de lo que les hacemos, que no se meten con nosotros (los humanos), pero nuestra expansión los ha llevado a tener contacto con las personas, ya sea directo o indirecto. El problema es que nadie nos obliga a respetar sus límites”.

“Cuando ven el poder de estas imágenes, por lo absurdas que son debido al contraste de estos pingüinos fuera de contexto, te asombran y te llevan a reflexionar. Un problema del cambio climático es cómo se ha manejado para que la gente le preste atención”.

Centígrados y paralelos es también una llamada de atención sobre la manera en que nos acercamos a la naturaleza y a los efectos del cambio climático, regularmente vistos a través de la televisión o internet y raras veces visitos en persona.

“La gente común se acerca a la vida silvestre por medio de la televisión, no la vive directamente y es lo que pasa con el calentamiento global, nos parece ajeno”.

La marcha definitiva

Aunque la idea inicial del autor -que también es caricaturista-, era la de crear una colonia de 1,000 figurillas de cerámica, decidió parar cuando llevaba apenas medio centenar.

“A mi me gustaría que ahí quede la historia, fueron unas 6.000 fotografías que son suficientes (para contar su aventura)”. Si bien sólo 42 imágenes fueron usadas en el libro, hay otras disponibles en el sitio del proyecto: Escenarios sobre ceroº.

“La plataforma digital permite que la historia llegue a muchos más lugares que el libro o la exposición que se realizó. Los libros también viajan pero a otra velocidad”.

Pero el libro ha tenido otras lecturas que no había tenido en mente Solís desde un principio.

Centígrados y paralelos es editado en México por Océano, en su colección Travesía.