LONDRES (CNN) — El ex primer ministro británico, Tony Blair, fue objeto de “presión política” del barón de los medios Rupert Murdoch, durante su tiempo en el cargo, según declaró este lunes ante una investigación independiente creada en respuesta a las escuchas telefónicas y los sobornos a la policía realizada por periódicos de Murdoch en Gran Bretaña.
Cuando le preguntaron si era condescendiente con Murdoch, como el actual primer ministro, David Cameron, lo negó aun cuando reconoció que muchos en la clase política británica lo han sido.
“Condescendencia no es exactamente la manera en que yo lo pondría. Uno estaba en una posición en la que se trataba de personas muy poderosas”, dijo, al describir el poder de la prensa británica, un tema al que se refirió con frecuencia. “Si ellos estaban en contra de usted, entonces era todo en contra de usted”.
Sin embargo, dijo que su gobierno no había actuado a favor los intereses empresariales de Murdoch.
“En realidad decidimos más cosas en contra del interés de Murdoch que en favor de él”, dijo Blair. “La presión era más política que comercial”.
Blair insistió en que era “inevitable, esencial y fundamental” que los periodistas más influyentes y los políticos tuvieran una estrecha relación, pero añadió que estaba “muy consciente” de que la relación podría ser “poco saludable” debido al poder de la prensa.
“La relación es aquella en la que se siente este poder muy intenso”, dijo mientras empezaba a testificar en la investigación Leveson sobre la ética de la prensa británica.
El tabloide The Sun, el de mayores ventas en el país, cambió de filiación del Partido Conservador al Partido Laborista de Blair antes de las elecciones de 1997 que llevaron a Blair al poder, hecho que derivó en una portada con el titular It’s The Sun wot won it (Fue The Sun quien lo ganó).
Sin embargo, el mismo Murdoch criticó ese titular cuando testificó ante la comisión el mes pasado, al afirmar que no era real o algo digno de presumirse. Insistió firmemente en que no fue pro Blair por el apoyo de sus diarios en 1997.
“Yo, en 10 años en el poder, nunca le pedí a Tony Blair favores y nunca los recibí”, dijo Murdoch, golpeando con su mano sobre la mesa para dar énfasis.
El testimonio de Blair ante la comisión no estuvo exento de sobresaltos. Un manifestante irrumpió en el salón y gritó “este hombre es un criminal de guerra”, y acusó que existió un vínculo entre JP Morgan y la guerra en Iraq, que Blair apoyó. Luego de que el hombre fue sacado del lugar por guardias de seguridad, Blair negó las acusaciones.
La investigación Leveson se estableció después de la ira pública tras conocerse que el tabloide News of The World, de Murdoch, interceptó mensajes de voz de una niña desaparecida adolescente que resultó haber sido asesinada.
El caso de Milly Dowler se sumó a las disculpas del diario sensacionalista por el espionaje telefónico a celebridades y políticos, y resultó ser la gota que derramó el vaso y que llevó a Murdoch a cerrar el diario en julio pasado.
Cameron creó la comisión Leveson para explorar la ética de la prensa en Gran Bretaña de forma más amplia, y a la par lanzó una investigación policial sobre sobornos a la policía, e intervención de correos por parte de personas que trabajaban para los periódicos de Murdoch.
Más de 50 personas han sido detenidas producto de las investigaciones. La fiscalía anunció este mes cargos contra seis personas, entre ellas Rebekah Brooks, la exeditora del News of The World y The Sun, que luego se convirtió en presidenta ejecutiva de News International, el brazo editorial de periódicos británicos de News Corp. de Murdoch
Ella, su esposo y otros cuatro están acusados de interferir con la investigación policial.