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Por R. Albert Mohler Jr.

Nota del Editor: R. Albert Mohler Jr. es presidente del Seminario Teológico Bautista del Sur, la eblemática escuela de la Convención Sureña Bautista considerada uno de los más grandes seminarios del mundo.

(CNN) – ¿Los cristianos conservadores son hipócritas y selectivos cuando se trata de condenar la homosexualidad en la Biblia? Con todas los temas criticados en la Biblia, ¿por qué nos enfocamos en el sexo gay y el matrimonio homosexual?

Dada la acalorada naturaleza de los debates recientes, es una pregunta a la que los cristianos conservadores han aprendido a sortear. “Miren”, nos dicen, “la Biblia condena el comer mariscos, mezclar diferentes telas al vestir y un montón de otras cosas. ¿Por qué ignoran esas cosas e insisten en que la Biblia debe de ser obedecida cuando se trata de sexo?”.

Tal cual, es una pregunta válida. Pero puede ser presentada de dos formas muy distintas.

Primero, la pregunta puede ser hecha para sugerir que el perdón de la Biblia con respecto a los pecados sexuales puede dejarse de lado. La otra manera de plantear el cuestionamiento consiste en un genuino intento por entender la manera correcta en la que se aplica la Biblia hoy en día.

La verdad es que los que hacen esas preguntas realmente no esperan una respuesta.

Una consideración honesta de la Biblia revela que muchas de las leyes bíblicas que la gente señala al hacer esta pregunta, así como las leyes en contra de comer mariscos o vestir con diferentes tipos de telas, son parte del código sagrado asignado a Israel en el Antiguo Testamento. Ese código era para separar a Israel, la gente del pacto de Dios, de todas las demás naciones acerca de todo, desde la moral hasta la manera de comer.

Tal y como lo establece el Libro de los Hechos, los cristianos no están forzados a seguir este código sagrado.

Los mandamientos de la Biblia con respecto al comportamiento sexual, por otro lado, continúan en el Nuevo Testamento. Cuando hablamos de homosexualidad, la enseñanza de la Biblia es consistente, generalizada, uniforme y establecida dentro de un contexto más amplio de leyes y evangelios.

El Antiguo Testamente condena claramente la homosexualidad masculina junto con el adulterio, la bestialidad, el incesto y cualquier tipo de relación sexual fuera del matrimonio. El Nuevo Testamento no minimiza estas preocupaciones sino que las amplía.

El Nuevo Testamento condena tanto el comportamiento homosexual femenino como el masculino. El Apóstol Pablo, por ejemplo, apunta específicamente hacia la homosexualidad como evidencia del pecado humano.

El Nuevo Testamento condena a un amplio radio de pecados sexuales y la homosexualidad es señalada como una de ellos. En Romanos, Pablo se refiere a la homosexualidad en términos de “pasiones deshonrosas”, “en contra de la naturaleza” y “vergonzosas”. Como lo declara Robert Gagnon, experto en el Nuevo Testamento, la acusación de la Biblia “envuelve todas y cada forma de comportamiento homosexual”.

Entonces, algunas personas se preguntan, “¿Qué pasa con la esclavitud y la poligamia?”. En primer lugar, el Nuevo Testamento nunca impone la esclavitud, y recompensa la libertad y la dignidad humana. Por esta razón, el movimiento abolicionista fue ampliamente liderado por cristianos.

El Viejo Testamento sí permitía la poligamia, pensaba que normalizaba la monogamia heterosexual. En el Nuevo Testamento, Jesús dejó claro que el matrimonio siempre era para que fuera de un hombre y una mujer.

“¿No has leído que Él que los creó, y los hizo hombre y mujer?”, preguntó Jesús en Mateo. “Es por eso que un hombre debe dejar a su padre y a su madre y tomar a su mujer, y ellos se convertirán en una sola carne”. Es por esto que los cristianos se oponen a la poligamia con bases bíblicas.

“¿Por qué los cristianos están tan preocupados con la homosexualidad?”. En primer lugar la pregunta es contestada por el simple hecho de que es la pregunta moral más presionante de nuestros tiempos. A los cristianos les debe preocupar el adulterio, la pornografía, la injusticia, la deshonestidad y todo lo demás que la Biblia tacha como pecaminoso. Pero cuando un reportero llama a mi teléfono en estos días, la pregunta que me hace no es acerca del adulterio o la pornografía. Es acerca de la homosexualidad.

Los cristianos que están seriamente comprometidos con la autoridad de la Biblia no tienen otra opción más que afirmar que todo lo que enseña, incluyendo la condena a la homosexualidad. Al mismo tiempo, nuestra confianza es que Dios condena todas esas cosas que le causarán daño a sus criaturas humanas y ordena hacer esas cosas que nos llevarán a la verdadera felicidad y prosperidad humana.

En otras palabras, entendemos que la Biblia condena todas las formas de pecado porque nuestro Creador sabe lo que es mejor para nosotros. La Biblia nombra a los pecados específicamente para que cada uno de nosotros reconozca su propio grado de pecados y busquemos a Cristo para nuestra salvación y el perdón de nuestros pecados.

¿Son hipócritas los cristianos al insistir en que el comportamiento homosexual es pecado? También nosotros somos pecadores y la hipocresía y la inconsistencia son peligros perpetuos.

La Iglesia falló miserablemente ante el reto del divorcio. Esto requiere de una admisión honesta y de un fuerte correctivo.

Al mismo tiempo, esta dolorosa falla nos debe recordar que no debemos fallar al contestar correctamente cuando se nos pregunte qué es lo que nos enseña la Biblia acerca de la homosexualidad. El amor requiere que digamos la verdad.

Las opiniones recogidas en este texto pertenecen exclusivamente a R. Albert Mohler Jr.