(CNN) — Nuestra galaxia, la Vía Láctea, es una anomalía en más de una forma. Y ahora los científicos de la NASA dicen que saben exactamente cuándo llegará a su fin.
En el universo, que está en constante expansión, la Vía Láctea ha estado acercándose a su vecina celestial, la galaxia Andrómeda. Pero la naturaleza de este acercamiento había sido un misterio, hasta ahora.
“De manera muy interesante, encontramos que la galaxia Andrómeda parece estar llegando directamente hacia nosotros”, dijo Roeland van der Marel, un astrónomo del Instituto de Ciencia Telescópica Espacial en Baltimore, Estados Unidos.
El descubrimiento fue hecho gracias a las imágenes tomadas durante los 22 años de vida del Telescopio Espacial Hubble. Los científicos han intentado determinar la fecha de expiración de la Vía Láctea durante más de 100 años. Ahora, por primera vez, los científicos de la NASA dicen que saben “con certeza” cuándo dejará de existir nuestra galaxia como la conocemos, cómo será el proceso y hasta cómo se verá.
Nuevos datos recolectados por el Hubble prueban, según la NASA, que en 4.000 millones de años la Vía Láctea y Andrómeda colisionarán o pasarán tan cerca la una de la otra que la fuerza gravitacional que cada una ejerce sobre la otra causará una reducción en su velocidad hasta el punto de fusión. La fusión se completará en 6.000 millones de años a partir de ahora.
Cuando las galaxias chocan
Al inicio de la existencia universal, Andrómeda y la Vía Láctea iban por caminos separados, dijo van der Marel.
“Han estado acercándose una a la otra durante los últimos 5.000 millones de años”, dijo. “Durante los primeros 8.000 millones de años, estaban alejándose una de la otra, y ahora están acercándose, y eso continuará por siempre”.
En nuestro universo local, que contiene aproximadamente 50 galaxias, de acuerdo con van der Marel, la Vía Láctea y Andrómeda son como goliats. Hay dos galaxias más que tienen alrededor de un décimo de la masa de las dos gigantes, y el resto tienen menos del 1%.
La atracción gravitacional masiva es lo que al final atrajo y juntó a la Vía Láctea y a Andrómeda, y en última instancia hará que se conviertan en una.
“El claro descubrimiento es que vamos a fusionarnos con Andrómeda”, dijo van der Marel. “En el pasado, era sólo una posibilidad, pero ahora es un hecho conocido que esto va a pasar”.
Los científicos compararon el movimiento de las galaxias con las imágenes del cielo tomadas por el Telescopio Espacial Hubble durante varios años. Eso permitió a los científicos determinar la trayectoria de Andrómeda por primera vez.
Hay un 9% de probabilidad de que la M-33, una galaxia satelital de Andrómeda, golpee primero a la Vía Láctea en lo que van der Marel llama “un doble golpe”, y eso causará que se vuelva un satélite de la nueva galaxia que se forme.
Cómo se vería una fusión intergaláctica
Van der Marel la describe como un “accidente cósmico múltiple realmente grande” que iluminará el cielo.
Cuando ambas galaxias choquen, cada una conteniendo su propio conjunto de estrellas y gases cósmicos, el resultado será la formación de muchas estrellas nuevas.
La Vía Láctea tiene la forma de un disco plano similar a un frisbee. Andrómeda es más esférica. Cuando se combinen, formarán una “galaxia elíptica”, o lo que van der Marel describe como una galaxia en forma de balón de futbol americano. En lugar de ver una banda de estrellas en el horizonte cósmico, alguien en la Tierra teóricamente estaría rodeado de ellas, como se muestra en la foto arriba, una una simulación de la NASA para mostrar cómo se vería el cielo de noche dentro de 6.000 millones de años.
La forma como se ven las estrellas no sería lo único que cambiaría en la Tierra.
“Nuestro Sol y la Tierra irían en un nuevo viaje a través del universo”, explicó van der Marel. Cuando Andrómeda llegue aquí, el Sol probablemente será empujado mucho más lejos en el universo. Sin embargo, para ese momento, la Tierra será demasiado caliente para ser habitada por humanos.
Nuestro Sol no será directamente golpeado cuando la colisión inicial ocurra en 4.000 millones de años. Pero en 6.000 millones de años, cuando la fusión se complete, nuestro Sol morirá.
Su significado en el cosmos
La vida en la Tierra como la conocemos, ciertamente no será posible para el momento en el que se espera que ocurra está fusión galáctica. Pero como dijo van der Marel, hay “muchas incertidumbres más allá de las leyes de la Física”, y la raza humana bien podría haber descubierto continuar su existencia.
“Pasará mucho tiempo a partir de ahora, así que no tenemos que mantenernos despiertos o contratar un seguro de vida”, dijo van der Marel. “Lo que hace esto realmente especial es nos pasará a nosotros, es nuestro Sol, es nuestro planeta, y los humanos estamos fascinados con lo que será nuestro destino”.