Por Michael Pearson y Melissa Abbey
(CNN) — Un incendio en el norte de Colorado duplicó su tamaño durante la noche y ya mide más de 14,700 hectáreas. Actualmente avanza 12 metros por segundo con llamas de 91 metros de altura, lo que ha forzado a realizar evacuaciones.
La Cruz Roja, la Sociedad Humana y otros grupos se movilizaron para ayudar a los evacuados, mientras al menos 400 bomberos, con ayuda de tanques y helicópteros de lugares como Canadá, combaten el incendio ubicado a unos 24 kilómetros de Fort Collins.
Hasta este lunes se desconoce el número exacto de personas evacuadas, pero las autoridades dijeron que habían realizado más de 2,600 llamadas para notificar a residentes que debían desalojar.
Algunas casas ya se perdieron, de acuerdo con Christensen, quien no pudo ofrecer más detalles al respecto.
El incendio prácticamente dobló su tamaño durante la noche, ya que hasta el domingo se calculaba que medía 7,100 hectáreas, dijo este lunes el sheriff del condado, Nick Christensen.
El incendio “es muy grande, impredecible, agresivo”, dijo Christensen.
Avanzaba entre 6 y 12 metros por segundo y cerca de kilómetro y medio por hora, muy rápido para un incendio, de acuerdo con Christensen. Las flamas van de los 4.5 a los 6 metros, pero algunas llegan a los 90 metros, sostuvo.
El rápido crecimiento del incendio lo convierte en una mancha de fuego más grande que la ciudad Fort Collins, la cual mide 12,170 hectáreas.
“Ayer cuando los vientos se habían desplazado al norte pudimos ver esta masiva e increíble nube de humo que se veía como la erupción de un volcán”, describió Grant Campbell, un residente de Laporte, Colorado, quien permanece en su casa pese a la evacuación del domingo.
Mientras que Fort Collins no está amenazado por ahora, un manto de humo se posa sobre la ciudad de 143,000 habitantes, de acuerdo con Stephanie Ashley, vocera de la Sociedad Humana Larimer.
“Es como una neblina que se posa sobre la ciudad, y definitivamente puedes olerla”, describió Ashley, cuyo refugio alberga a 170 animales evacuados.
Las bajas temperaturas, los vientos calmados y la alta humedad daban una ayuda modesta a los bomberos, mientras el incendio seguía por completo fuera de control, añadió.
Campbell dijo que tenía que ocurrir algo “apocalíptico” para obligarlo a irse. Ha vivido en el mismo lugar por 22 años y le han ordenado varias veces evacuar pero nunca ha sufrido daño.
Sólo atendió la recomendación en una ocasión, y ahora está acostumbrado a vivir con incendios en el área.
“Si salimos, es como estar junto a una fogata”, describió. “Hay mucho smog en la casa también. Te acostumbras y simplemente dejas de olerlo”.
Hasta ahora sólo se ha reportado un herido a causa del incendio, un bombero que sufrió agotamiento por el calor el domingo, dijo Christensen.
También hay reportes de una persona desaparecida, añadió.