(CNN) – Rodney King, cuya golpiza de parte de policías de Los Ángeles en 1991 fue grabada en video y generó disturbios tras la absolución de los cuatro oficiales implicados, fue hallado muerto en su piscina el domingo, según informaron las autoridades. Tenía 47 años.
La policía en Rialto, California, recibió una llamada al número de emergencias 911 de parte de la prometida de King, Cynthia Kelly, alrededor de las 5:25 a.m., dijo el capitán Randy DeAnda. Los policías que acudieron al lugar encontraron a King en el fondo de la piscina, lo sacaron e intentaron revivirlo. Fue declarado muerto en un hospital local, dijo DeAnda.
No hay señales preliminares de asesinato, dijo, y no se vieron heridas en el cuerpo de King. La policía realiza una investigación por ahogamiento, dijo DeAnda, y se hará una autopsia al cuerpo.
La paliza a King –después de una persecución en coche- y las posteriores revueltas cambiaron a Los Ángeles, al departamento de policía de esa ciudad y al debate racial en Estados Unidos.
King tenía 25 años y estaba en libertad provisional por una condena por robo en abril de 1991. En una entrevista en 2011, dijo que ese día había estado bebiendo y se dirigía a casa cuando vio un coche de policía siguiéndolo y entró en pánico, pensando que iba a ser devuelto a prisión. Así que intentó escapar.
Un camarógrafo aficionado grabó la escena de cuatro oficiales blanco golpeándolo más de 50 veces con sus bastones policiales y disparándole con una arma de electrochoque.
King casi muere por los golpes.
El video de la golpiza apareció en televisión nacional dos días después, enfocando la atención en la brutalidad policial con motivos raciales.
Cuatro oficiales del Departamento de Policía de Los Ángeles –Theodore Briseno, Laurence Powell, Timothy Wind y el sargento Stacey Koon- fueron acusados con los cargos de asalto con arma mortal y uso excesivo de la fuerza de parte de un oficial.
Después de un juicio de tres meses en el suburbio predominantemente blanco de Simi Valley, tres de los oficiales fueron absueltos de todos los cargos. El jurado, compuesto sólo por miembros blancos, se estancó en un cargo de uso excesivo de la fuerza contra Powell, y el juicio fue declarado nulo por ese cargo.
Los afroamericanos explotaron en indignación por la absolución. Se presentaron disturbios en las calles, con daños a locales comerciales, edificios y ataques a personas. La violencia fue responsable de más de 50 muertes y de daños por mil millones de dólares.
En el tercer día de los disturbios, King apareció con una petición: “Gente, sólo quiero decir: ¿nos podemos llevar bien?”.
La violencia cedió, pero el debate no.
Casi un año después, los cuatro oficiales fueron a juicio en corte federal por cargos de derechos civiles. Dos afroamericanos fueron escogidos en el jurado, y King testificó. Él no se refirió, no obstante, al hecho de si los policías dijeron insultos raciales durante la golpiza. En 2011 le dijo a CNN que sí, pero que en ese entonces dudó en decirlo porque su madre le pidió que evitara hablar del tema racial.
Koon y Powell fueron hallados culpables y sentenciados a 30 meses en prisión. Briseno y Wind fueron absueltos.
King demandó a la ciudad de Los Ángeles. Recibió 3.8 millones de dólares por daños.
En años posteriores, King tuvo varios problemas con la ley, incluyendo una estadía en la cárcel en 1996 por golpear a su mujer de esa época. En el aniversario 20 de la golpiza, en 2011, fue detenido y multado por una infracción de tráfico.
En 2008, King participó en el reality show de VH1 Celebrity Rehab. También publicó unas memorias, The Riot Within, en que describe su difícil infancia y sus reflexiones por la golpiza y las revueltas.
Las filas de la policía de Los Ángeles ahora son más diversas que en ese entonces. Además, se han implementado cambios en la forma en que ciertos barrios son patrullados y cómo se manejan las quejas.
King dijo este año que perdonaba a los oficiales que lo golpearon.