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(CNN) — La elusiva búsqueda de paz en Siria está paralizada con retrocesos. Una misión de observadores de las Naciones Unidas suspendió sus operaciones mientras que los intentos de rescatar a civiles atrapados en la violencia han sido inútiles.

Docenas de personas murieron el lunes, incluidas “familias enteras atrapadas bajo los escombros” luego de que las fuerzas del régimen bombardearon la ciudad de Douma, de acuerdo con la Coordinación Local de Comités de Siria (LCC, por sus siglas en inglés).

“Nadie puede rescatar a las víctimas debido a los continuos bombardeos”, dijo el grupo.

Fuerzas del gobierno también bombardearon la sureña ciudad de Tafas, luego de que más de 80 tanques entraron en ella y mataron a tres personas, según el LCC.

La violencia en el país escaló en días recientes, y exacerbó una situación de por sí riesgosa para los aproximadamente 300 monitores, dijo el general Robert Mood, quien dirige la misión de monitores de las Naciones Unidas en Siria.

“Los civiles siguen atrapados en la escalada de violencia en Siria”, dijo Mood en un comunicado, este domingo. “En Homs, los intentos de sacar a civiles de la línea de fuego el fin de semana han fracasado”.

Llamó al gobierno y las fuerzas de oposición a permitir a las mujeres, niños, ancianos y víctimas heridas a dejar las zonas de conflicto al asegurar que la misión de Naciones Unidas vigilaría.

Las Naciones Unidas anunciaron el sábado que estaban retirando a sus monitores desarmados debido a que el número de víctimas estaban dificultando su capacidad para observar y verificar los reportes. La creciente violencia ha forzado a los observadores a dejar de patrullar hasta que haya condiciones para reanudar sus actividades, de acuerdo con Mood.

Los activistas opositores sirios dijeron que era “injustificable e inaceptable” para la comunidad internacional que las Naciones Unidas fallaran en su intento de proteger a los civiles de los ataques.

“La decisión de la misión de supervisión de las Naciones Unidas en Siria de suspender su misión de monitoreo representa una falla de la comunidad internacional de manejar efectiva y responsablemente la situación en Siria”, de acuerdo con LCC, dijo en un comunicado este domingo.

Funcionarios del opositor Consejo Nacional Sirio (CNS) dijeron que el congelamiento de la misión de observadores indicaba que era tiempo de que los líderes del mundo tomaron pasos más severos.

“La misión, desafortunadamente, no ha tenido éxito. Esta pequeña y mínima protección que esperábamos encontrar con los observadores ya no está ahí”, aseguró Basma Kadmani del CNS.

Funcionarios del CNS llamaron al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas a considerar una resolución que permita el uso de la fuerza en Siria.

“Decimos que todas las opciones están ahí y deben ser puestas sobre la mesa”, comentó Abdul Basit Sieda, líder del grupo. “Este régimen sólo entiende el lenguaje de la violencia y la fuerza”.

La suspensión de la misión de monitoreo es un gran golpe al plan de paz negociado por Koffi Annan, el enviado internacional a Siria. El plan de paz se ha convertido en un símbolo de esperanza para los civiles bajo constantes ataques durante el levantamiento de 15 meses.

Al menos 51 personas murieron el domingo a lo largo de Siria, incluidas 15 en Homs, según los activistas de oposición.

Algunos de los que sobrevivieron a los ataques del régimen ahora sufren una crisis humanitaria, de acuerdo con Sieda.

“Los suministros de alimentos son muy escasos, y ya no hay más suplementos médicos”, dijo. “Hay personas heridas que necesitan ser sacadas de la región, pero el régimen criminal todavía está tratando de cometer atrocidades”.

El gobierno sirio, mientras tanto, ha culpado de la reciente violencia —y la decisión de suspender la misión de las Naciones Unidas— a “grupos armados terroristas”, entidades vagamente definidas a las que ha señalado a lo largo de todo el año pasado.

Un grupo de 20 miembros del Ejército y fuerzas de la ley asesinados por los mencionados terroristas fueron sepultados el domingo, reportó la Agencia de Noticias Siria Árabe.

Grupos de la oposición siria dicen que más de 13.000 personas han sido asesinadas desde que el gobierno del presidente Bachar al Asad comenzó la represión contra manifestantes antigubernamentales el año pasado. El último cálculo de muertos realizado por las Naciones Unidas fue de más de 10.000.

CNN no puede verificar de forma independiente los reclamos de ambos bandos debido que el gobierno sirio ha restringido el acceso a ese país a periodistas intenacionales.