(CNN) — Un diplomático sirio que desertó y se unió a la oposición fue “relevado de sus funciones”, informaron las autoridades de Siria este jueves, un día después de que abandonó su puesto y denunció al régimen por matar a civiles.
Nawaf al Fares, el embajador de Siria en Iraq, es el segundo funcionario de alto nivel en romper con el régimen en una semana.
Un general de brigada e hijo de un exministro de Defensa desertó la semana pasada por su oposición a los asesinatos.
El ministro de Asuntos Exteriores iraquí, Hoshyar Zebari, dijo que al Fares se fue a Qatar, según un reporte de la televisión estatal. El gobierno qatarí ha criticado al régimen de Bachar al Asad.
“(Al-Fares) hizo declaraciones contrarias al deber de su trabajo de defender las posiciones del país y sus problemas, lo que requiere responsabilidad legal y disciplina”, señaló el Ministerio de Asuntos Exteriores sirio en un comunicado.
“(Él) ya no tiene nada que ver” con la embajada de Siria en Bagdad ni con el Ministerio, indicó la dependencia.
Hasta el momento, Al-Fares es el diplomático de más alto rango que ha abandonado el régimen sirio. También anunció su deserción del gobernante Partido Baath, convirtiéndose en el miembro más antiguo en dejarlo.
“A mis hermanos en el Ejército, su doctrina militar es defender a la patria contra la agresión externa y proteger sus fronteras”, dijo Al-Fares, en una declaración transmitida por la cadena de televisión árabe Al Jazeera. No se sabe cuándo fue grabado el video.
“¿Entonces sus padres, hijos y hermanas se convirtieron en los enemigos ahora? ¿Y son ellos contra quienes deben luchar? ¿Es eso lo que han aprendido en sus escuelas militares?”, cuestionó.
Al Fares dijo que se unía a la revolución y calificó al gobierno como “malicioso” y “asesino del pueblo”.
El conflicto en Siria lleva 16 meses, durante los cuales el gobierno ha desafiado los esfuerzos de paz internacionales.
La represión de al Asad hacia la oposición ha generado enojo entre la comunidad internacional, pero el gobierno sirio aún tiene el apoyo de aliados como Rusia, Irán y China.
Rusia y China –miembros permanentes del Consejo de Seguridad- han vetado resoluciones de la ONU para condenar al régimen, mientras que otros países consideran que éstas presionarían a al Asad a terminar con la matanza.
Kofi Annan, ex secretario general de la ONU y enviado especial para Siria, informó al Consejo de Seguridad sobre la crisis este miércoles.
“Ahora, el Consejo está discutiendo cuál debe ser el siguiente paso y qué acciones se llevarán a cabo”, dijo Annan. “Tenemos que escuchar algo de ellos en los próximos días”.
Los grupos de oposición dicen que más de 15.000 personas han muerto desde que comenzó la violencia, mientras que Naciones Unidas ha puesto a la cifra de muertos en más de 10.000.
Salma Abdelaziz contribuyó con este reporte