(CNN) — A pesar de sus beneficios ecológicos, los autos eléctricos todavía se quedan cortos frente a los que son impulsados por combustibles fósiles, cuando hablamos de qué tan lejos pueden llegar antes de que necesiten recargar su batería.

Sin embargo, un nuevo vehículo eléctrico de rango extendido equipado con lo último en tecnología de celdas solares promete cerrar esta brecha, con un rendimiento de 800 kilómetros sin necesidad de recargarse, dicen sus desarrolladores.

Este proyecto contó con la experiencia de tres compañías danesas bajo el nombre de Transportes de Energía Modular (MECc, por sus siglas en inglés), y su prototipo utiliza biometanol: un biocombustible que puede ser obtenido de varias fuentes, incluyendo el gas natural para mejorar la competitividad de los autos eléctricos.

“El biometanol es un buen combustible porque tiene un perfil de CO2 muy bueno, mucho mejor que el del diesel o el de la gasolina”, dice Mogens Lokke, director ejecutivo de ECOmove, quienes diseñaron el innovador carro QBEAK que equiparán con dicha tecnología.

“En combinación con la manera en la que construimos el carro, que es realmente ligero (425 kilogramos), podemos tener una autonomía de 800 kilómetros”.

Este rendimiento es considerablemente mayor que el del Leaf, de Nissan, impulsado también con baterías que le dan un máximo de 222 kilómetros y que el Volt de Chevrolet: un auto eléctrico de rango extendido de batería/gasolina que puede rendir hasta 603 kilómetros, de acuerdo con la automotriz estadounidense.

El galardonado ECOmove incorpora los motores patentados de sus llantas que llegan a una velocidad de 120 kilómetros por hora, pero es el novedoso diseño del chasis lo que impulsa el proyecto.

“En lugar de colocar una batería arreglada, hemos construido seis módulos que caben dentro del chasis. Podemos usar el poder de la batería en los módulos o cualquier otra fuente de energía”, dijo Lokke.

La celda de combustible convierte una mezcla de biometanol y agua a electricidad para la batería, de acuerdo con ECOmove, mientras que el calor que se desprende por este proceso genera poder para el sistema de calentamiento y enfriamiento del auto.

El biometanol es un combustible barato y abundante con una corta cadena de carbono, dice Mads Friis Jensen de Serenergy, el despacho que diseñó las celdas de combustible.

“Estamos usando biometanol, que es químicamente idéntico al metanol, porque lo puedes manufacturar de cualquier fuente, incluyendo el gas natural, biomasa y el desecho de madera”, dijo Jensen.

Y añade que la producción de biocombustible está creciendo en Europa, con ejemplos como el manufacturero danés BioMCN, que ha estado transformando glicerina (un residuo de la producción del biodisel) en biometanol para venta comercial desde el 2010.

Comparada con la gasolina, la producción de biometanol reduce las emisiones de CO2 en más del 70%.

Jensen estima que las reducciones de las emisiones del escape de QBEAK serán de alrededor de un tercio de aquellas máquinas de combustión tradicional.

Carbon Recycling International, con sede en Islandia, es otra compañía que usa emisiones industriales como materia prima para la producción de combustibles renovables. Su Planta George Olah, nombrada así por el químico ganador del Premio Nobel y autor de Beyond Gas and Oil: The Methanol Economy, empezó la producción de biometanol a finales del año pasado.

De acuerdo con el Departamento de Energía de Estados Unidos (DOE, por sus siglas en inglés) las celdas de combustible de metanol directo están libres de los problemas de almacenamiento asociados con algunos otros combustibles “limpios” (como el hidrógeno) porque el metanol es un líquido y tiene una densidad más alta.

Esto significa que es más fácil de transportar y de repartir al público a través de una infraestructura de recarga corriente, dice el DOE.

Este hecho no se ha escapado de la atención de los gerentes de ECOmove, Serenergy y de MECc. El grupo Insero E-Mobility estima que reconfigurar una estación de gasolina para despachar biometanol costaría de 12,000 a 18,000 dólares.

El proyecto fue premiado recientemente con el financiamiento del gobierno de Dinamarca a través del Programa de Desarrollo y Demostración de Desarrollo de Tecnología Energética, por lo que ECOmove espera lanzar un QBEAK de batería con un rendimiento de 300 kilómetros más delante de este año.

Además, esperan que haya una demostración de un modelo de la celda de batería-combustible en algún punto del 2013.