(CNN) — Hace mucho tiempo, las personas creían que las criaturas que se movían en grandes grupos, como los peces, las abejas o las langostas, comunicaban sus movimientos a través de ‘transferencia de pensamientos’, o telepatía.
Gracias, en parte, al trabajo del ecologista Iain Couzin, ahora sabemos la verdad. El laboratorio de Couzin usa tecnología de visión, e incluso el Kinect (la cámara del Xbox sensible al movimiento) para intentar comprender cómo estas criaturas mantienen su individualidad, a la vez que funcionan grácilmente como un colectivo.
“El equipo de visión ha sido muy importante para nosotros. Aquí es donde programas una computadora para que vea al mundo por nosotros”, dijo el año pasado en PopTech, una conferencia sobre ciencia, tecnología y grandes ideas que se lleva a cabo en Camden, Estados Unidos.
Este es uno de los descubrimientos más sorprendentes del laboratorio: Las langostas que viven en al oeste del desierto del Sahara se mueven en enjambres debido a que intentan no ser devoradas por sus compañeros caníbales.
“Acabamos de descubrir por accidente que las langostas intentaban comerse unas a otras”, dijo. “Así que lo que aparenta ser un enjambre cooperativo, en realidad es una acción egoísta, algo así como una horda caníbal. Todas están tratando de comerse a las demás, además de evitar que se las coman”.
Usando herramientas como el Kinect, el equipo de Couzin fue capaz de recolectar información mucho más detallada sobre cómo se comportan diversos organismos, lo que facilita descifrar qué están haciendo y por qué.
Todo esto puede parecer interesante en lo abstracto (Couzin dijo que le han fascinado las criaturas que se mueven en enjambre desde que era un niño), pero también se trata de una cuestión de vida o muerte.
Los enjambres de langostas son culpados de innumerables muertes en países de África occidental como Mauritania, donde Couzin llevó a cabo una parte de su investigación. El enjambre zumba a través del desierto, masticando todas las cosechas y la vegetación que encuentran a su paso.
Recientemente, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) informó a través de un comunicado que los enjambres de langostas están amenazando los pastizales y las cosechas en Nigeria y Mali.
La investigación sobre el cómo y el porqué de los enjambres de langostas puede llevar a los científicos a predecir cuándo aparecerán, así como se puede predecir un evento climático como los tornados o los huracanes.
“La razón por la que esto es importante es porque ahora podremos construir mejores modelos predictivos, además de modelos computacionales sobre dónde podrían surgir los enjambres de langostas”, dijo Couzin. “Esto sería muy útil para poder tomar medidas de control”.