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(CNN) — Dependiendo a quién se lo preguntes, la decisión de Yahoo de contratar a Marissa Mayer, quien tiene un embarazo de varios meses, puede considerarse como un guiño favorable para todas las madres que trabajan, o como un paso en falso por la empresa de tecnología que de por sí, ya tiene problemas.

“Hablando de un pésimo momento. Estará en incapacidad por maternidad cuando necesita estar trabajando. Yahoo ya tiene suficientes problemas sin necesidad de un CEO de medio tiempo”, dijo un usuario en respuesta al artículo de Fortune que anunciaba la notica de su embarazo.

“Es muy probable que pueda hacer ambas cosas de forma exitosa, pero no es ‘poco evolucionado’ que exista la preocupación”, dijo otro en referencia al comentario que hizo Mayer al decir que los directivos de Yahoo demostraron “una mentalidad evolucionada al contratar a una mujer embarazada para el cargo de director ejecutivo”.

“Como accionista de Yahoo, estoy muy preocupado y tengo todas las razones para estarlo”.

Es posible que Mayer haya anticipado estás reacciones cuando dio a conocer que trabajará durante su periodo de incapacidad para “mantener el ritmo de las cosas”. Su anuncio reavivó un ya de por sí acalorado debate sobre si una mujer puede ‘tenerlo todo’, y como las políticas de incapacidades familiares hacen difícil el poder compaginar una carrera exitosa y una familia.

Pero Mayer no es la típica madre trabajadora y algunos creen que su experiencia refleja las demandas extremas que el ámbito corporativo estadounidense pone sobre los hombres y mujeres por igual, y cómo esto se traduce en una política nacional.

Además, las demandas que exige la maternidad crecen con el tiempo, dijo la autora y activista Gloria Feldt. Es ahí cuando los beneficios, tales como los horarios flexibles, reducción de las semanas de trabajo y la posibilidad de trabajar desde casa, realmente hacen la diferencia para ayudar a las mujeres a acercarse lo más posible a tenerlo todo.

“La vida sólo se vuelve más ajetreada conforme los hijos crecen, y es ahí donde entra la flexibilidad de los beneficios”, dijo. “Tenemos un largo camino por recorrer, como país, con relación a poner estos beneficios al alcance de todos”.

Jennifer Compton, una iReportera, se ausentó del trabajo durante 12 semanas después que nació su hijo Jack. Aunque eso no ha hecho que el regreso sea fácil, dijo.

El tener horarios flexibles y cámaras para monitorear las guarderías ayudarían a hacer la transición mucho más sencilla, dijo.

“Antes podía pasar todo el día con mi hijo, y ahora sólo lo veo dos o tres horas durante la tarde”, dijo la gerente de recursos humanos a través de un iReport en CNN.com. “Deseo poder pasar más tiempo con mi pequeño, pero debo de tomar lo que me ofrezcan… es difícil poder balancear todo”.

Ser un superhumano, acaudalado o autoemplearte

Aunque no lo fuera para el consejo de Yahoo, el embarazo de Mayer es un asunto de preocupación para algunos y refleja un doble estándar, dijo Feldt.

“Es muy común para las empresas el negociar el tiempo libre por adelantado con los empleados de reciente contratación. Si ella fuera hombre nadie la juzgaría por tomarse un tiempo libre, sin importar la razón”, dijo Feldt, autora del libro No Excuses: 9 Ways Women Can Change How We Think About Power (Sin Excusas: 9 formas en que las mujeres podrían cambiar lo que pensamos acerca del poder).

Cerca del 61% de las mujeres con hijos menores de tres años, y el 56% de las mujeres con hijos menores de un año en Estados Unidos se encontraban trabajando en 2011, según informa Catalyst, una organización que monitorea el progreso laboral de las mujeres en el trabajo, y cita al Bureau of Labour Statistics. Pero la ambivalencia en cuanto a su participación en la fuerza laboral parace persistir.

Según un informe del Centro de Investigaciones Pew de 2009, el 21% de los adultos en Estados Unidos dijo que la tendencia de que cada vez más madres trabajen fuera de casa ha sido benéfica para la sociedad; el 37% dijo que ha sido negativo, y el 38% dijo que no hay mayor diferencia.

Las mujeres dijeron que se sienten estresadas al intentar balancear el trabajo y la familia, según el informe, en donde el 40% de las madres que trabajan dijeron que siempre se sienten apuradas en comparación con el 24% del público general y el 26% de las madres que trabajan desde su casa. El 25% de los papás que trabajan dijo sentirse apurado.

La historia principal de la revista Atlantic del pasado mes de julio, Por qué las mujeres aún no pueden tenerlo todo, ha propiciado un intenso debate en el tema.

La antigua oficiala del Departamento de Estado Anne-Marie Slaughter dice que las únicas mujeres que logran alcanzar la cumbre de sus carreras mientras crían una familia son las “las mujeres sobrehumanas, las acaudaladas, o las que trabajan por su cuenta”. Slaughter dice que su decisión de abandonar Washington y regresar al mundo académico se basó en su deseo de querer tener un rol más importante en la crianza de sus hijos.

En algunos de sus tuits marcados con el hashtag #havingitall (tenerlo todo), la profesora de la universidad de Princeton aplaudió el nombramiento de Mayer en Yahoo, pero señaló que al parecer eso comprobó su teoría.

“Las mujeres que lo tienen todo son sobrehumanas, acaudaladas y están al mando. ¡Estoy totalmente a favor de Marissa Mayer! ¿Pero la norma?”, dijo a través de Twitter.

Su conversación con Mia Farrow, quien tuiteó “esperemos que inspire (a las corporaciones) a crear mejores opciones para todas las madres trabajadoras”, subrayó lo que las feministas y los expertos en políticas laborales han estado diciendo durante años: que la cultura corporativa en Estados Unidos, uno de los pocos países industrializados que no dan un pago durante la ausencia por maternidad a las recientes madres, no fomentan las condiciones ideales para alcanzar un balance entre el trabajo y la familia, tanto para mujeres como para los hombres.

“Vivimos en una sociedad donde hay muy poco espacio para que los hombres y/o mujeres que están dentro de los círculos corporativos puedan balancear fácilmente su vida familiar con su vida profesional”, dijo Caroline Heldman, presidenta del departamento de política del Colegio Occidental en California, Estados Unidos.

“Cuando hablamos de permiso laboral por maternidad, asumimos que son sólo las mujeres las que deberían de tomar un tiempo fuera del trabajo cuando nace su hijo. Creo que eso viene de una cultura en donde se asume que las mujeres son las principales cuidadoras, y que la relación de los padres con sus hijos no es tan importante”, dijo Heldman. “Creo que tendríamos mejores lazos familiares si vieramos la paternidad como algo en lo que cada uno de los padres puede participar, no solamente las mujeres”.

Alguien en la posición de Mayer seguramente cuenta con los recursos que le permitirán trabajar mientras se encuentra de permiso por maternidad, pero ciertamente esa no es la norma para la mayoría de las madres trabajadoras. Si acaso, su experiencia representa las reglas y expectativas de los directores ejecutivos de la mayoría de las empresas, 97% de los cuales son hombres, comentó Heldman.

Enfrentar decisiones difíciles

En Estados Unidos, la mayoría de las madres regresa a trabajar al año de haber dado a luz, según el informe de 2009 Opting-Out: An Exploration o Labour Force Participation of New Mother, el cual está basado en una encuesta de la comunidad estadounidense con información recabada entre 205 y 2007. Los investigadores propusieron una hipótesis de que dos grupos de mujeres optarían por no regresar a trabajar: aquellas cuyos ingresos son tan bajos que no les permitan costear el contratar cuidado infantil y aquellas cuyas ganancias familiares les permitan prescindir de un ingreso personal.

En ausencia de políticas que ayuden a las madres trabajadoras, algunas terminan por renunciar a su trabajo o crean sus propias soluciones.

Shadra Smith, iReportera que vive en Fort Wayne, Colorado, aceptó una reducción de ingreso cuando cambió de trabajo después de saber que estaba embarazada.

“Acepté un puesto que, desafortunadamente, paga menos, pero que me permite tener la suficiente fuerza física y mental para mi hijo”, dijo Smith en un iReport.

“Ya he alcanzado algunas de mis metas laborales, y ser madre es una labor en la que me encantaría concentrarme ahora”, dijo. “Lo más retador acerca de ser una madre que trabaja es no ser capaz de experimentar día a día el crecimiento de mi hijo”.