(CNN) — Son llamados “teléfonos de sangre”.
Es una referencia al hecho de que algunos metales utilizados para la fabricación de algunos smartphones y gadgets provienen de zonas devastadas por la guerra en la República Democrática del Congo.
Los expertos dicen que estos minerales avivan uno de los conflictos más violentos en el mundo. Desde 1998, aproximadamente 5,4 millones de personas han muerto en ese país africano por causas relacionadas con la guerra, incluidas las enfermedades y la desnutrición, según el Comité Internacional de Rescate.
Pero los metales del Congo son cada vez menos “sangrientos”, según un informe presentado el jueves por el Enough Project, una organización activista en contra del genocidio y los crímenes contra la humanidad.
En parte, el progreso se debe al esfuerzo de compañías tecnológicas como Intel, HP, Dell, Microsoft y Apple para localizar la fuente de los metales utilizados para fabricar sus gadgets. También se implementó un sistema de auditoría para las fundidoras, las instalaciones industriales donde se procesan los metales en bruto. Y está en proceso un sistema de certificación que permitiría a las empresas reconocer a algunos metales del Congo como “libres de conflicto”.
Sin embargo, otras empresas de tecnología —como Nintendo, Canon, Nikon, Sharp y HTC— recibieron bajas clasificaciones. De las 24 firmas clasificadas por el Enough Project, Nintendo fue la única que recibió una puntuación de cero, por no tomar medidas para asegurar que sus aparatos electrónicos no apoyan a grupos armados en África Central.
“Creo que Nintendo es la única empresa que básicamente se negó a reconocer el problema o demostrar que hacen algún esfuerzo al respecto”, dijo Sasha Lezhnev, analista de políticas en el Enough Project. “Y esto es a pesar de dos años de intentar ponernos en contacto con ellos”.
En un comunicado enviado a CNN, la empresa aclaró que “subcontrata la manufactura y el ensamblaje de todos los productos de Nintendo a nuestros socios de producción y por lo tanto no está directamente involucrada en el suministro de materias primas que finalmente son utilizados en nuestros productos”.
Y añadió: “No obstante, tomamos muy seriamente nuestras responsabilidades sociales como empresa global y esperamos que nuestros socios de producción hagan lo mismo”. Una vocera de Nintendo se negó a comentar específicamente sobre los minerales de conflicto.
En el caso de otras empresas, sus calificaciones mejoraron en comparación con un informe similar de 2010.
Intel encabezó la lista del Enough Project con una puntuación de 60, lo que significa que tomó el 60% de las medidas recomendadas por el grupo para asegurarse de que da un seguimiento responsable al caso de los minerales de conflicto. Eso fue más del doble de su calificación en 2010: 24 puntos.
Apple y Microsoft tuvieron una puntuación de 38, 13 y 15 puntos más que en 2010, respectivamente. Nokia obtuvo 35 puntos, desde 19 en 2010, mientras que IBM, Sony, LG y Samsung recibieron 27.
El informe indica que todavía hay mucho por hacer.
“A pesar del progreso logrado el año pasado tanto por los gobiernos como por la industria, todavía queda un largo camino por delante”, afirma el grupo en su reporte Taking Conflict Out of Consumer Gadgets (Eliminando el conflicto de los dispositivos electrónicos de consumo).
“La explotación de los recursos minerales del Congo sigue exacerbando el conflicto y la inestabilidad en el territorio y los consumidores siguen sin estar informados sobre si sus productos están libres de conflicto o no”, agrega.
“Tomará un esfuerzo integral de múltiples gobiernos e industrias regular el flujo de minerales de conflicto ilegales. El operador de ese esfuerzo debe seguir siendo la demanda del consumidor consciente”.
El Enough Project señala que los resultados ya son evidentes en el Congo. La cantidad de dinero que los grupos armados obtienen de tres de los principales minerales de conflicto (estaño, tantalio y tungsteno) cayó en un 65% en los últimos dos años, según un informe publicado a principios de este mes que atribuye el descenso a los esfuerzos de la industria tecnológica y a las nuevas legislaciones.
Una norma presentada en 2010 en Estados Unidos podría exigir que las empresas revelen si utilizan metales provenientes de zonas de conflicto. Se espera que la Comisión de Mercados de Valores de Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés) vote sobre las regulaciones relativas a los minerales de conflicto este 22 de agosto. Algunos grupos industriales, incluida la Cámara de Comercio de Estados Unidos, piden que la SEC reconsidere las normas debido a que su implementación es muy costosa o compleja.
Cuatro metales (oro, estaño, tantalio y tungsteno) son utilizados en gadgets y también son extraídos en el este del Congo, una región que está en conflicto activo desde hace años.
Los grupos armados se benefician de la explotación de estos metales. A punta de pistola han tomado como rehenes a algunos trabajadores para forzarlos a trabajar por una paga mínima o nula, según el grupo Free the Slaves.
Sin embargo, los nuevos sistemas de certificación tienen como objetivo adjuntar códigos de barras a los paquetes de metales provenientes del Congo clasificados como libres de conflicto. El Enough Project también señala los esfuerzos para diferenciar los metales congoleses de otros por su color y otras propiedades físicas.
Todavía quedan muchos retos. El crecimiento de un grupo rebelde llamado M23 y el contrabando de oro amenazan con desestabilizar la industria minera, indica el informe.
Las empresas alguna vez “se hicieron de la vista gorda acerca del origen de sus materiales”, dijo Lezhnev. Pero después de una presión considerable por parte de grupos activistas y estudiantes universitarios, cada vez son más conscientes del problema.
“La luz del sol es el mejor desinfectante”, dijo.