(CNN) — Nueve años después de que una activista estadounidense falleció al ser atropellada por una excavadora del ejército israelí, un tribunal civil de ese país dictaminó este martes que la muerte de Rachel Corrie fue un accidente.

La joven de 23 años murió en 2003 mientras trataba de obstaculizar a una excavadora que demolía casas de palestinos.

Sus padres presentaron una demanda contra el Ministerio de Defensa de Israel en busca de justicia, incluyendo un pago de un millón de dólares de compensación.

Pero el juez Oded Gershon dictaminó este martes que la familia no tiene derecho a indemnización, basándose en una investigación anterior israelí que eximió a cualquier soldado de mala conducta.

“Creo que este fue un mal día, no sólo para nuestra familia, sino un mal día para los derechos humanos, para la humanidad, para el imperio de la ley y también para el país de Israel”, dijo la madre de Rachel, Cindy Corrie, después del veredicto.

“El derecho a la vida y a la dignidad de Rachel fue violado por el ejército israelí”, dijo.

Agregó que su hija y su familia merecen “rendición de cuentas”.

“Una demanda civil no es un sustituto de una investigación creíble, que nunca tuvimos. Esta demanda fue nuestro único recurso como familia”, explicó Cindy Corrie.

La oficina del fiscal estatal alegó que el conductor de la excavadora no pudo ver a Corrie. “La muerte de Rachel Corrie es sin duda un trágico accidente”, dijo en un comunicado.

“Como dice la sentencia, el conductor de la excavadora y su comandante tenían un campo de visión muy limitado, de tal manera que no tenían posibilidad de ver a la señorita Corrie y por lo tanto están exonerados de toda culpa por negligencia”.

Hussein Abu Hussein, el abogado de la familia Corrie, se refiere a la decisión como una “mal fallo” para la familia y para todos los activistas. Dijo que la intención de la familia es apelar ante el Tribunal Supremo de Israel.

Corrie estaba en una protesta pacífica contra la demolición de viviendas palestinas civiles en Rafah, Gaza, cuando murió. Estaba trabajando con el Movimiento de Solidaridad Internacional con Palestina en ese momento.

En 2010, el soldado israelí que conducía la excavadora —cuya identidad no ha sido revelada— testificó públicamente por primera vez. Nunca fue acusado después de la larga investigación israelí que encontró que ningún soldado tenía culpa.

Desde la muerte de Corrie, los jugadores de futbol en Gaza han honrado a la activista con un torneo memorial anual.

“Rachel Corrie: El pueblo palestino no se olvida de sus amigos muy respetables”, se lee en una pared cerca de la improvisada cancha de futbol de concreto.