(CNN) – ¿Alguna vez te has preguntado por qué votas a un partido en lugar de a otro? ¿Es por influencia familiar? ¿o por la cultura en la que te has educado? Podría ser, pero según unos científicos la respuesta podría estar en nuestro genes.
Tradicionalmente, los investigadores han creído que nuestras preferencias políticas están influidas por el entorno y por la forma y el lugar donde crecemos. Pero estudios recientes han descubierto que nuestros genes también podrían influir en nuestros gustos políticos.
En un análisis del Centro de Estudios de Estados Unidos de la Universidad de Sydney, los datos muestran que la genética influye en las distintas posturas de las personas frente a temas como el desempleo, el aborto o incluso la pena de muerte. Estudiando ciertos genes del cuerpo humano, los científicos pueden predecir aspectos de la ideología política de una persona.
“Algunas personas tienden naturalmente a los grupos, otros no tanto. Algunos son sexualmente liberales, otros son reprimidos”.
“Parte de estas diferencias viene de la cultura y la educación, pero incluso dentro de una misma familia hay profundas variaciones. La disposición genética de uno tiene su impacto en la formación de la arquitectura psicológica de una persona”, señala Peter K. Hatemi, profesor asociado de ciencia política y microbiología de la Universidad de Penn State, además de investigador de la USSC- Universidad de Sydney y líder del estudio.
El análisis, publicado esta semana en Trends in Genetics, agrega que se necesita investigar más para entender mejor la influencia genética en ciertas posiciones ante temas sociales y por qué ciertos genes causan unas reacciones en las personas cuando se expresan opiniones políticas.
“El concepto de que la interacción de miles de genes con el ambiente lleva a estados de conocimiento y emoción diferentes que derivan en distintos puntos de vista políticos tiene su valor”, explica Hatemi.
“En lugar de que la gente con opiniones políticas diferentes se grite el uno al otro sobre quién tiene razón o de que intenten demostrar o convencer al otro de que está equivocado, tal vez esta investigación puede ayudar a los políticos a reconocer que la gente ve las cosas de forma diferente, y que los gritos o las ‘pruebas’ los alejan”.