DAMASCO, Siria (CNN) — El año escolar inicia oficialmente esta semana en Siria, pero la realidad de la guerra no permite que miles de niños aprendan.
Más de 2.000 de las 22.000 escuelas han sido dañadas o destruidas, de acuerdo con el Ministerio de Educación.
La crisis educativa va más allá de las fronteras sirias. El gobierno libanés está trabajando para acomodar a 32.000 niños refugiados en escuelas públicas, según la UNICEF.
En tanto, en el campo de refugiados Zaatari en Jordania, la UNICEF trabaja en construir una escuela para acomodar a más de 5,000 estudiantes.
En la capital, las columnas de humo negro sugieren que luego de 18 meses de enfrentamientos violentos, el conflicto está llegando a Damasco.
En sus calles nadie se estremece cuando proyectiles de artillería estallan a unos cuantos kilómetros de distancia. Los residentes que no apoyan ni al gobierno ni a la oposición dicen que la situación está fuera de su control.
“Todos los días escuchamos este ‘boom’, ‘boom’, pero hay una vida que debe de continuar”, afirma Rama Hamdi, que busca un poco de normalidad en un salón de belleza. “Estoy preocupada, pero no hay nada que podamos hacer”.
A pesar de la gran cantidad de personas en un bazar antiguo, varios comerciantes dicen que las ventas han bajado. Están temerosos de hablar a la cámara, preocupados por lo que el gobierno pudiera decir, o por lo que los rebeldes pudieran hacer.
Cuando se les pregunta sobre las explosiones que se escuchan a la distancia, los comerciantes dicen que están preocupados porque creen que la guerra se acerca.
Y ellos están en lo correcto. La destrucción por enfrentamientos entre el Ejército y los rebeldes está a solo 10 minutos de distancia en auto.
En los últimos días el número de muertos reportados alrededor de la capital es más alto que de áreas que rodean otras ciudades.
“Hoy en día, no puedo ir al campo sin preocuparme de que alguien me detendrá”, dice Rauda Alaita, dueña del salón. “¿Me está deteniendo el verdadero Ejército o el otro? ¿Qué respuesta debo de darles sobre quién soy? Es muy difícil porque estamos atorados en medio”.
En una conferencia de prensa bajo la bandera de la unidad, opositores pidieron pláticas con el gobierno.
Hay un aire de urgencia mientras se discute como la situación se ha complicado a como era hace un año. Dicen que necesitan estar unidos y hablar con una voz en común. Aun cuando esas pláticas se realizan, se puede escuchar una explosión a la distancia.
Pero los miembros de la oposición armada no están presentes. Serían arrestados. Los opositores son los que el gobierno tolera. Algunos, como Mazen Bilal, saben que no pueden cambiar nada.
“Exigimos del régimen garantías para la seguridad de la oposición”, dice Bilal. “Pero no podemos imponerle esto al régimen”.
Oficiales del Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra discutieron este lunes un reporte independiente sobre la situación en Siria.
“La comisión encontró motivos razonables para creer que las fuerzas del gobierno han cometido crímenes contra la humanidad como asesinato y tortura, crímenes de guerra, y violaciones graves a las leyes internacionales de derechos humanos y a la ley humanitaria, incluyendo asesinatos, tortura, arrestos arbitrarios, violencia sexual, ataque indiscriminado, pillaje y destrucción de la propiedad”, según un sumario del reporte.
Además, “la comisión encontró motivos razonables para creer que crímenes de guerra, incluyendo asesinato, ejecuciones extrajudiciales y tortura, se han perpetrado por grupos armados antigubernamentales”.
Este lunes, al menos 40 personas murieron en violencia, según opositores. En Damasco y sus suburbios, murieron al menos 18 personas.
La agencia estatal SANA reportó que decenas de personas murieron en Aleppo, y que las autoridades mataron a hombres armadas que intentaron atacar un puesto de control en Homs.
Saad Abedine contribuyó con este reporte