(CNNMéxico) — La película 2012 es el ejemplo más cercano de cómo las profecías mayas sobre el fin del mundo en ese año pueden ser un buen atractivo fílmico y taquillero.
El cineasta alemán Roland Emmerich presentó en 2009 su versión de los mensajes inscritos en los códices mayas en su cinta, la cual recaudó 65 millones de dólares en su primer fin de semana.
Protagonizada por John Cusack, Amanda Peet, y Dany Glover, 2012 detalla una de las profecías que habla de la destrucción de la tierra por fenómenos naturales.
No lejos de la realidad, en el filme la temperatura del planeta va en aumento y esto deriva en una serie de cataclismos, por lo que el gobierno de los Estados Unidos se ve en la necesidad de usar una flota de arcas marinas para salvar a la población.
En 2008 se estrenó esta producción de Hollywood, la cual tuvo un costo de 20 millones de dólares.
El fin del mundo a la mexicana
Mientras el cine de Hollywood creaba franquicias a partir de las profecías mayas, en 2010 México también entró a este negocio apocalíptico con la versión del director mexicano Ángel Mario Huerta.
Con un presupuesto de 1.6 millones de dólares, la cinta Seres: Génesis fue exhibida también a nivel internacional en Estados Unidos y Francia.
Tras el descubrimiento de “los códices de Pakal”, relacionados con las profecías de esta cultura mesoamericana, un grupo de científicos de una empresa de tecnología investiga una serie de sucesos paranormales como plagas y encuentros extraterrestres, que son una señal de que “la especie se extinguirá”.
Los productores de este film señalaron que era una forma de demostrar que en México se puede hacer otro tipo de cine diferente al drama y de calidad.
Una profecía en la voz de sus descendientes
Lejos de las escenas de acción y destrucción de grandes ciudades, otros trabajos cinematográficos han buscado dar un sentido diferente a las profecías mayas en la voz de sus descendientes.
“Todos están hablando de las profecías mayas, pero ¿quién escucha a los mayas?”, se lee al comienzo del documental La Palabra Maya que este 2012 se estrenó.
Su directora, la británica Melissa Gunasena, más allá de visiones apocalípticas, ve a las profecías mayas como “una advertencia…. de que tenemos tiempo para sanar la relación con el cosmos”.
Gunasena pasó un tiempo viajando en el sureste mexicano y centroamérica para recoger testimonios de las comunidades y también usa ese documental como una denuncia de gente que ha sido asesinada y desplazada por grandes corporativas en aquellas regiones.
Las siete profecías mayas, producida por Caracol de Colombia en 1999, en la puerta del nuevo milenio, es otro documental que explica a detalle cada una de estas señales inscritas en códices o en estelas mayas.
Apocalipsis de una civilización
En Apocalypto (2006), Mel Gibson no hace mención de las profecías mayas, aunque sí, hace referencia al ocaso de esta civilización precolombina.
La versión cinematográfica de Gibson retrata un pueblo maya cuyos líderes deciden dejar su carácter pacífico para ir por el camino del sacrificio humano y la guerra para complacer a sus dioses.
Guerreros que buscan esclavos atacan pueblos del sureste mexicano. El protagonista de Apocalypto, Jaguar Paw, busca salvar a su familia, pero es capturado y tendrá que luchar por su sobrevivir.
Gibson basa su relato en el libro sagrado Popol Vuh de los mayas de Guatemala, sin embargo, grupos indígenas de esa nación centroamericana señalaron que el productor y actor estadounidense los retrataba como sanguinarios.
En México, el director de El Retorno a Aztlán, Juan Mora Catlett aseguró que Gibson robó muchas escenas de su cinta para hacer Apocalypto y que al final “desvirtuó” el tema de la cultura maya por querer hacer algo comercial.
Al final, la cinta de Mel Gibson generó seis millones de dólares de ganancias para el estado de Veracruz, que fue la locación de esta producción hollywoodense.