TRÍPOLI, Libia (CNN) – El ejército libio emitió un ultimátum de 48 horas a las milicias para que se retiren de los complejos militares, edificios públicos y propiedades de miembros del anterior régimen ubicados en la capital del país y sus alrededores, dijo la agencia estatal de noticias LANA el domingo.
En un comunicado, el Ejército promete “usar la fuerza para ejecutar estas órdenes”, reportó LANA. El anuncio se produce después de que cientos de personas marcharan en la ciudad de Bengasi y se tomaran las sedes de la milicia islamista Ansar al Sharia. Miembros del grupo radical islamista son acusados de haber participado en el ataque este mes que dejó cuatro estadounidenses muertos.
El viernes, los manifestantes exigieron el fin a todas las actividades de seguridad de grupos armados que operan por fuera del comando oficial del ejército o la policía.
El sábado, noticias estatales y una fuente dijeron que dos milicias islamistas habían acordado cerrar sus bases en la ciudad Libia de Derna. Una tercera base será cerrada el domingo, dijo la fuente, quien habló en condición de anonimato.
LANA dijo que las milicias, a las que identificó como Bou Salim Martyrs y Ansar al Sharia, también se disolverán.
Algunos miembros de Ansar al Sharia están entre las ocho personas detenidas por el ataque terrorista del 11 de septiembre al consulado de Estados Unidos en Bengasi, dijo el primer ministro de Libia la semana pasada, aunque agregó que no todos los atacantes provienen de un mismo grupo específico.
Reportes iniciales indicaban que, antes del ataque al consulado, Ansar al Sharia había organizado una protesta para condenar la polémica película que se burla del profeta Mahoma y para manifestarse contra Estados Unidos, en donde fue realizada la cinta de producción privada.
El embajador de Estados Unidos Chris Stevens fue uno de los cuatro ciudadanos de ese país asesinados en el ataque.
El hecho resalta el vacío de poder en Libia desde el derrocamiento del régimen de Moammar Gadhafi el año pasado, le dijo un analista a CNN.
Los grupos combatientes que derrocaron a Gadhafi han preservado la ley y el orden tras la caída del régimen, dijo Frederic Wehrey, del Programa de Medio Oriente del Carnegie Endowment for International Peace.
El nuevo gobierno tiene problemas, dijo, en tanto las autoridades intentan desmovilizar a las milicias e incorporar esos grupos a las fuerzas de seguridad del gobierno.
Los combatientes en toda Libia siguen leales a sus grupos y desconfían de la autoridad del nuevo gobierno, en parte debido al posible vínculo de éste con el régimen de Gadhafi, dijo Weshrey.
En un informe de febrero, Amnistía Internacional dijo que las milicias armadas en Libia estaban cometiendo abusos en derechos humanos y estaban quedando impunes, amenazando con desestabilizar y dificultar los esfuerzos de reconstrucción.