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(CNN) — Después de perder a sus padres y vivir en la miseria absoluta, Maud Chifamba se inscribió a la universidad con tan solo 14 años.

Contra todo pronóstico, la niña ha hecho historia como la estudiante universitaria más joven en Zimbabwe, y en todo el sur de África, de acuerdo con los funcionarios de educación.

Maud, quien nació el 19 de noviembre de 1997, acaba de comenzar sus estudios en la licenciatura en contabilidad en la Universidad de Zimbabwe.

Su capacidad intelectual y el trabajo duro le permitieron ganar una beca de cuatro años de casi 10.000 dólares, después de que destacó en los exámenes de nivel avanzado el año pasado.

“Estoy disfrutando mucho”, dijo. “Es mejor de lo que esperaba. Solo estoy disfrutando de todas las clases”.

Pero antes de tener la oportunidad de estar en las aulas de la universidad, Maud tuvo que enfrentarse a muchos desafíos económicos y sociales.

Nacida en una familia pobre en la comunidad de Chegutu, Zimbabwe, Maud perdió a su padre cuando tenía cinco años, en el 2002, y su madre falleció en 2011. Sus dos hermanos son trabajadores en una granja y no podían pagar las cuotas necesarias para mantenerla en una escuela formal. Así fue como la niña empezó a estudiar en casa sola.

Con mucha determinación, Maud puso todos sus esfuerzos en estudiar, se embarcó en una rutina de lectura que se prolongó durante varias horas al día. “Estudié muy duro”, recordó.

Maud dijo que la muerte de sus padres le hizo darse cuenta de que ella tendría que tomar su destino en sus propias manos.

“Realmente me motivó a trabajar más duro porque no habría nadie que se ocupará de mí, excepto yo misma”, señaló Maud. “Eso fue mi motivación, tener que ver por mi vida”.

Dotada de inteligencia natural, el prometedor futuro de Maud fue evidente desde temprana edad. Sus notables aptitudes impresionaron a sus maestros de escuela primaria, quienes decidieron trasladarla del tercer grado hasta el sexto.

Con nueve años de edad, tomó sus exámenes finales de primaria, donde obtuvo la mejor nota de todos. A falta de apoyo financiero para llevar a cabo sus estudios de secundaria, Maud estudió por su cuenta y completó su nivel ordinario en solo dos años.

Su arduo trabajo rindió frutos en diciembre pasado cuando consiguió 12 puntos en sus exámenes, una hazaña asombrosa que le valió un lugar en la universidad.

“Es fenomenal, sobre todo si se tiene en cuenta que ella no estaba en la escuela formal”, dice Pasi Gershem, el comisario general de la Autoridad Fiscal de Zimbabwe, que ahora patrocina la educación universitaria de Maud. “Ella estaba leyendo por su cuenta en casa y sus hermanos solo pagaron la tasa de examen”.

Munyaradzi Madambi, el decano de estudiantes de la Universidad de Zimbabwe, describe a Maud como “una joven muy cálida y amable, cuya inteligencia y madurez brilla”.

Madambi dice que la universidad está comprometida a ayudar a su estudiante maravilla a convertirse en un individuo equilibrado sin dejar de cumplir sus sueños.

“Nos estamos asegurando de que ella crezca para ser un buen adulto maduro, pero por supuesto sin ser asfixiantes o ponerla bajo presión”, aseguró.

Zimbabwe tiene una tasa de alfabetización de adultos del 92%, que es una de las más altas de África, según la UNICEF.

Madambi dice que los habitantes de este país tienen un “apetito insaciable por la educación”.

“Normalmente, los que proceden de entornos desfavorecidos, su deseo es trabajar duro y sobresalir, y por supuesto Maud es un caso excepcional en cuanto a capacidad intelectual”.

Maud está ahora en camino de conquistar más éxitos cuando se gradúe dentro de cuatro años y sea la contadora más joven de Zimbabwe.

“Mi trabajo ideal es llegar a ser contadora”, dice.