Por Peter Hamby
(CNN) — Las encuestas muestran que Mitt Romney va perdiendo frente a Barack Obama en casi cada uno de los estados indefinidos clave en donde se libra la batalla de campaña 2012.
Sin embargo, Romney parece estar en mayores problemas en Ohio que en cualquier otro estado, algo que resulta alarmante para los republicanos, quienes saben que las posibilidades para llegar a la Casa Blanca de los candidatos empiezan y terminan con el tipo de votantes de clase media.
Dos encuestas dadas a conocer en los últimos días, uno de la Ohio Newspaper Association y otra de The Washington Post, cristalizaron el reto que enfrenta Romney en tanto emprende su segundo día consecutivo de campaña en el estado también conocido como Buckeye.
Las cifras de los resultados, Obama arriba por cinco puntos entre los posibles votantes en la encuesta de la ONA, y sorprendentemente arriba por ocho puntos en la encuesta del Post, solo cuentan parte de la historia.
Los índices favorables para Romney están muy menguados. Casi dos tercios de los votantes aprueban la decisión de Obama acerca de rescatar a la industria automotriz, componente básico de la economía manufacturera de Ohio. El presidente se sitúa así arriba de Romney por un amplio margen en lo que respecta a quién haría más para ayudar a la clase media.
Y cuando se les pregunta a los votantes qué candidato haría un mejor trabajo en el manejo de la economía, Obama tiene una ventaja sólida, socavando la premisa temática de la candidatura de Romney.
Entrevistas con una veintena de estrategas republicanos y funcionarios electos de todo Ohio revelaron una serie de explicaciones, y que no hay respuestas fáciles, acerca del fracaso de Romney para ganar simpatías en el estado.
Algunos se refirieron al agresivo esfuerzo por parte de la campaña de Obama para sacar ventaja de la oposición de Romney al rescate de Chrysler y General Motors emprendido por el gobierno federal. Otros dijeron que la resaca se mantiene desde la divisiva batalla de 2011 sobre los derechos de negociación colectiva que dañaron la posición del Partido Republicano entre los votantes de la clase trabajadora.
Un veterano estratega republicano se quejó del “arrogante enfoque elitista” del equipo de Romney y dijo que éste no ha escuchado bien los consejos de experimentados estrategas. Otros citaron las deslucidas habilidades políticas de Romney y dijeron que su agarrotado porte de alto ejecutivo lo aleja de los habitantes de Ohio.
Un hombre sin mensaje
No obstante, la principal crítica que surgió es la de que Romney es un hombre sin mensaje. “Todavía estamos en un punto en el que pienso que aún es una contienda ganable para Romney”, dijo el fiscal general de Ohio, Mike DeWine.
Otro funcionario estatal republicano que no quiso que se le identificara tras su crítica a la campaña republicana, ofreció una evaluación más contundente. Tanto Romney como Obama, sostuvo el funcionario, no han aportado otra cosa excepto recetas políticas para el país con “argumentos limitados” y “fantasiosos”.
“¿Por qué Mitt Romney compite como candidato a presidente y sobre qué tratará su presidencia?”, preguntó el funcionario. “No creo que la mayoría de los republicanos en Ohio puedan responder a esa pregunta. No ha dado razones de peso para su candidatura. No hay que hacer campaña sobre las tasas marginales de impuesto. Hay que hacerlas sobre tus hijos y tus nietos, y sobre el futuro de este país”.
Romney está haciendo ajustes. La campaña, que no podía gastar los fondos para la elección hasta después que pasara la Convención Nacional Republicana, la cual concluyó en los últimos días de agosto, lanzó su primer comercial estatal de televisión la semana pasada.
El exgobernador de Massachusetts también ha intensificado su discurso en materia de comercio, un tema de suma importancia en Ohio, acusando al presidente de no poderle hacer frente a China y sus respectiva pérdida de empleos para los estadounidenses.
Pero es poco probable que el más reciente argumento de Romney, que ha pasado una semana atacando el manejo del presidente de la política exterior y las reciente agitación en Medio Oriente- resuene en Ohio tanto como un mensaje conciso y agresivo en materia de empleo, dijeron los republicanos. Varios integrantes del Partido Republicano de Ohio incluso reconocieron que la campaña de Obama presenta un argumento económico más consistente.
Los efectos secundarios del rescate
Las fuerzas de Obama persistentemente han recordado a los votantes sobre el rescate del sector automotriz, tanto en televisión como en eventos publicitarios con los medios en todo el estado, y los republicanos han arremetido contra Romney por no poder desarrollar una respuesta concisa a las críticas en un estado donde uno de cada ocho empleos está vinculado al sector automotriz.
Romney escribió un artículo de opinión en el New York Times, en 2008, titulado “Dejen que Detroit quiebre”, y abogó por una bancarrota gestionada para dicha industria, sin utilizar fondos del gobierno. En mayo, él se atribuyó el mérito de proponer la idea de la quiebra. En agosto, designó como compañero de fórmula al representante de Wisconsin, Paul Ryan, quien votó a favor del rescate.
Mientras tanto, la campaña de Obama ha transmitido varios comerciales de televisión sobre el tema y sincronizó mensaje en favor del rescate con los candidatos demócratas a puestos legislativos, como el senador Sherrod Brown.
Las organizaciones sindicales están dejando a miles de propagandas sobre el rescate en las casas y hacen llamadas telefónicas a los integrantes de los sindicatos en las que destacan el apoyo de Obama a industria automotriz.
Según la encuesta de The Washington Post, el 64% de los votantes registrados en Ohio ven los préstamos federales a GM y Chrysler como “algo bueno” para la economía del estado. Sólo el 29% dijo que el rescate era “algo malo”.
Para poner un punto más fino en este asunto, un veterano estratega republicano de Ohio calificó la ventaja que tiene Obama por el tema del rescate automotriz como “una patada en los huevos” para la campaña de Romney.