TOKIO (CNN) — El primer ministro de Japón, Yoshihiko Noda, reorganizó su gabinete este lunes e incluyó a una mujer con fuertes vínculos con China, en medio de una disputa entre las dos naciones por un grupo remoto de islas.
Noda nombró a Makiko Tanaka, cuyo padre supervisó la normalización de las relaciones con China hace 40 años, como ministra de educación.
Tanaka, que sirvió como ministra de Exteriores bajo el gobierno del primer ministro Junichiro Koizumi, regresó al gabinete mientras Noda intenta encontrar una salida al enfrentamiento con Beijing sobre las disputadas islas en el Mar de China.
Japón controla y administra las islas, pero China afirma son parte integral de su territorio y que Tokio “las robó” en el siglo 19. Los isleños son conocidos como Senkaku en Japonés y Diaoyu en Chino.
El gobierno japonés anunció el mes pasado la adquisición a una familia de varias de las islas en disputa, lo que ha aumentado las tensiones entre los dos países.
Violentas protestas contra Japón han ocurrido en ciudades chinas, y los vínculos económicos entre las dos más grandes economías de Asia han empezado a verse afectados. Patrulleras de los dos países se han visto envueltas en tensos encuentros en aguas alrededor de las islas luego de que China envió una flotilla de barcos al área.
El nombramiento de este lunes de Tanaka puede ser interpretado como un esfuerzo para calmar las tensiones por parte de Noda. Su padre, Kakuei Tanaka, fue primer ministro de Japón en 1972, cuando Tokio y Beijing resumieron relaciones diplomáticas décadas después de la ocupación japonesa de grandes partes del este de China entre 1930 y 1940.
Ella fue una figura polémica durante su tiempo como ministra de Exteriores bajo el Partido Democrático Liberal, oponente del Partido Democrático de Japón, de Noda.
Koizumi la retiró del cargo en 2010, al afirmar que una disputa pública entre ella y sus principales asesores impedía que se aprobaran en el parlamento leyes hacendarias críticas.
Ella llegó a llamar al ministerio de Exteriores “una guarida de demonios, un lugar maléfico donde se realizan conspiraciones”. Su franqueza le ganó enemigos en el gobierno pero le dio popularidad con el público japonés.
También contradijo al gobierno de Koizumi con respecto a China y Taiwán, y sobre un controversial libro de texto aprobado por Tokio que críticos en Asia afirman cubrían los crímenes de guerra japoneses.
No está claro que influencia tendrá en las relaciones diplomáticas con su rol en educación. Koichiro Gemba permanecerá como ministro de Exteriores.