CNNE fe560c69 - 121012094457-mali-women-story-top

(CNN) — Islamistas radicales están compilando listas de madres solteras en el norte de Mali, aumentando temores de castigos crueles como lapidaciones, amputaciones y ejecuciones contra ellas, informó un funcionario veterano de las Naciones Unidas.

El grupo islamista que controla la mayor parte del norte ha prometido imponer una estricta forma de la ley islámica, o sharia. Grupos radicales locales han sostenido que la ley condena las relaciones fuera del matrimonio.

En julio, sacaron por la fuerza a un hombre y una mujer de dos hoteles y los apedrearon por cometer adulterio, mientras los residentes aterrorizados miraban en el remoto pueblo de Aguehok.

El secretario general asistente de las Naciones Unidas para los derechos humanos, que acaba de volver de una visita a Mali, dijo que hay reportes de que grupos islamistas están compilando listas de mujeres que tienen niños fuera del matrimonio, o que estaban embarazadas y solteras.

“La amenaza está ahí, es real y la gente vive con ella y tiene miedo de esas listas”, dijo Ivan Simonovic. “Esto podría indicar que esas mujeres están en riesgo inminente de ser sometidas a castigos crueles e inhumanos”.

Los extremistas han realizado ejecuciones públicas, amputaciones, azotes y otros castigos inhumanos y degradantes, dijo.

Las mujeres y los niños enfrentan un riesgo mayor, detalló.

Las mujeres en la región son obligadas a contraer matrimonio. Son vendidas como esposas por menos de 1,000 dólares, los esposos acostumbran revender a las mujeres, dijo Simonovic.

El funcionario agregó que el proceso es “una cortina de humo para forzar a la prostitución y a las violaciones” que ocurren en la región.

“Los derechos civiles y políticos son severamente restringidos como resultado de la imposición de una estricta interpretación de la ley sharia, e implementados castigos sistemáticos crueles e inhumanos”, dijo Simonovic.

Los militantes también compran niños y los enlistan como soldados, pagando a las familias unos 600 dólares, lo que significa un gran incentivo en un país donde más de la mitad de la población vive con 1.25 dólares diarios, señaló.

Además, los islamistas han prohibido fumar, beber, ver deportes y televisión y escuchar música.

“No tenemos que responder a nadie sobre la aplicación de la sharia”, dijo el comisionado islamista Aliou Toure en agosto. “Esta es la forma en que el islam ha sido practicado durante miles de años”.

Mali se encuentra hundido en el caos después de que un régimen militar derrocó al presidente, cimbrando a una de las más estables democracias de África occidental.

El máximo líder dimitió en mayo y transfirió el poder a un gobierno civil de transición, pero el proceso proyecta incertidumbre.

Los rebeldes de la etnia tuareg y militantes islamistas se aprovecharon del caos para asegurar la parte norte del país.

Meses después, dos grupos vinculados a Al Qaeda se unieron al movimiento tuareg. Los dos grupos ahora controlan dos terceras partes del norte de Mali, un área del tamaño de Francia.

Los estados del occidente de África y el gobierno de transición del país han pedido al Comité de Seguridad de las Naciones Unidas que autoricen una intervención militar para expulsar a los grupos radicales. El Consejo ha señalado que necesita más detalles antes de tomar una decisión sobre la solicitud.