(CNNMéxico) — Después de nueve años, Silvia Campos verá nuevamente a su hijo Servelio Mateos Campos, quien fue localizado en el sureste de México en agosto pasado, luego de que a los 19 años abandonara su hogar en Lempira, Honduras, con la finalidad de llegar a Estados Unidos.
Silvia Campos es una de las 60 mujeres provenientes de Nicaragua, Honduras, El Salvador y Guatemala que iniciarán este lunes la caravana Liberando la Esperanza, en Tenosique, Tabasco. Las madres y esposas de migrantes desaparecidos recorrerán casi 5.000 kilómetros durante 19 días en busca de sus familiares.
Luego de que Servelio contactara al activista del Movimiento Migrante Mesoamericano (MMM), Rubén Figueroa, éste viajó desde México a la comunidad de San Miguel, una zona marginal de Lempira, Honduras, para localizar a Silvia Campos e informarle que su hijo fue localizado en agosto en una comunidad en el municipio de Jalapa, Tabasco.
Tras dejar su país, Mateo enviaba mensajes a su madre a través de una radio comunitaria de Honduras, pero dos años después la señal fue cancelada, por lo que perdieron contacto, dijo a CNNMéxico el migrante, que ahora trabaja como campesino y vive con su esposa y dos hijos al sur de México.
El MMM —el grupo que organiza la caravana- informó que tienen programados cuatro encuentros entre madres y sus hijos, los cuales se lograron gracias a la información obtenida durante la caravana de migrantes Paso a Paso Hacia la Paz realizada en 2011.
En la caravana también participan familiares que “necesitan constatar su pérdida” para iniciar el proceso de luto, explicó la activista e investigadora de derecho humanos y seguridad ciudadana del centro de análisis e investigación Fundar, Ximena Antillón.
La especialista explicó que los familiares de desaparecidos enfrentan un “limbo” por no saber si su pariente está vivo o muerto. “(Es) una situación que psicológicamente nadie puede procesar, la persona no puede estar en ese limbo, o estamos vivos o estamos muertos”, detalla.
“La desaparición forzada es equiparable a la tortura por la angustia de pensar cada día en el familiar”, dijo Antillón.
Hace 11 años, Telma Yanira Acevedo, integrante del Comité de Familiares de Migrantes Fallecidos y Desaparecidos de El Salvador (Cofamide), perdió a su esposo cuando él emigró a Estados Unidos y desapareció en México; sin embargo, ella y sus hijas aún no saben nada de él.
“Tenemos la esperanza de encontrarlo pero lo importante es saber qué es lo que pasó con él, sea que esté vivo o sea que esté muerto. Las hijas preguntan bastante por él, la más grande dice que en su corazón no cree que esté muerto, sin embargo lo buscamos entre los fallecidos (…) estamos en una incertidumbre y si lo encontramos fallecido, ya vamos a estar tranquilas”, contó Telma Acevedo a CNNMéxico.
Desde 2008 se han registrado más de 21.000 secuestros de migrantes, de acuerdo con el Informe Especial Sobre Secuestro de Migrantes en México de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).
Entre septiembre de 2008 y febrero de 2009, un total de 9,758 migrantes fueron secuestrados, dejando un beneficio de unos 25 millones de dólares a los plagiarios, detalla el informe de la CNDH.
Organizaciones civiles —de México y países de Centroamérica— presentaron a la CNDH una propuesta para crear la Comisión Internacional de Expertos Forenses Independientes para que ayude en el reconocimiento de restos humanos y la entrega a sus familiares.
La propuesta del Convenio fue presentada a la Procuraduría General de la República (PGR), según la Red Regional Verdad y Justicia para las Personas Migrantes.
También tiene el aval de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en México, de la organización Human Rights Watch, y la relatoría de Migrantes de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y la organización Amnistía Internacional.
De las mujeres que participan, 28 son hondureñas, 21 de Nicaragua, siete de Guatemala y tres de El Salvador, informó Martha Sánchez, integrante del MMM.
La travesía será auspiciada por la “solidaridad” de organizaciones no gubernamentales, activistas de derechos humanos, albergues de migrantes y gobiernos estatales.
El recorrido incluye visitas a los puntos más peligrosos de la ruta de migrantes, como Nuevo León, Veracruz, Tamaulipas y el Estado de México.
En noviembre de 2011, hubo otra caravana de madres de migrantes por varios estados de México, durante la cual algunas localizaron a sus familiares.