(CNN) — Tiene 43 trillones de combinaciones posibles y solamente una solución. Hasta el hombre que lo inventó tardó un mes investigando cómo funcionaba, lo cual no impidió que el Cubo de Rubik se volviera el juguete más popular de la historia.

Desde su creación, hace casi 40 años, se han vendido cerca de 350 millones de unidades del colorido rompecabezas, formado por pequeños bloques que giran sobre un eje. Erno Rubik lo creó como un simple apoyo didáctico para sus estudiantes de diseño.

Hijo de una poetisa y un fabricante de planeadores, Rubik creció en Hungría en la era soviética y estudió escultura y arquitectura.

Su gran idea llegó cuando tenía 20 años. Ya era profesor pero aún vivía en casa de sus padres. Con trozos de madera y ligas, Rubik se dispuso a crear una estructura que permitiera que los bloques individuales se movieran de forma independiente sin que todo se desmoronara. Cuando por fin salió a la venta a principios de la década de 1980, se volvió el rompecabezas más vendido de todos los tiempos.

Actualmente conserva su atractivo. Tan solo en 2011 se vendieron siete millones de unidades y las competencias de speed-cubing­ —en las que los participantes tratan de resolver el rompecabezas contra reloj—siguen siendo populares.

En una de las pocas entrevistas que ha dado, Rubik relata a CNN la historia de su icónico juguete.

CNN: El cubo sigue atrapando la imaginación del público. ¿A qué crees que se debe?

Erno Rubik: Creo que quizá lo más característico del cubo es la contradicción entre simplicidad y complejidad. Amo la simplicidad del cubo porque es una figura geométrica muy definida y amo la geometría porque es el estudio de cómo se estructura el universo.

Creo que eso es parte del éxito del cubo: que puedes establecer una conexión entre el orden y el caos.

CNN: Tuviste la idea en 1974, cuando dabas clases de diseño de interiores. ¿Qué te dispuso a crear este invento?

ER: Estaba buscando una buena tarea para mis alumnos. Cuando estudian de un libro, muchas personas van directo al final para buscar las respuestas. Ese no es mi estilo. Para mí, lo más divertido es el acertijo, el proceso de resolverlo y no la solución en sí.

Además estábamos jugando con la geometría, que no es un sujeto estático, sino algo móvil, mutable. Así que estaba buscando una estructura móvil y encontré que la geometría de un cubo es muy emocionante por el alto nivel de simetrías que tiene y el hecho de que puedes hacer muchas cosas con él.

CNN: ¿Qué acertijo tratabas de presentar?

ER: Normalmente las estructuras son piezas conectadas entre sí de una forma o de otra, y normalmente estas conexiones son estables. Así que “A” está conectada todo el tiempo con “B”. Sin embargo, en el caso de la estructura del Cubo de Rubik, te das cuenta de que esos elementos se mueven libremente, pero no logras comprender qué es lo que mantiene unida a la estructura, así que esa es una parte interesante.

CNN: ¿Cómo empezaste la construcción del prototipo?

ER: Actualmente existen la impresión tridimensional y programas CAD —diseño asistido por computadora—, pero yo estaba trabajando en una época muy diferente.

En la escuela había un taller. Usé madera como materia prima porque es muy sencilla de usar y no necesitas de herramienta sofisticada. Lo fabriqué con mis manos: corté la madera, taladré agujeros, usé ligas y cosas simples como ésas.

CNN: ¿Cómo funciona el mecanismo interno?

ER: Normalmente la gente se sorprende por lo simple que es, pero también es difícil de explicar. ¡La mejor forma de descubrirlo es desarmándolo!

CNN: Una vez que creaste el prototipo, ¿cuánto tiempo te tomó resolverlo?

ER: Dediqué más de un mes a estudiar el problema, a tratar de entenderlo, desarrollar teorías, probarlas, pensar cosas como: “Tengo un lado y un giro son 90 grados y si lo giras cuatro veces volverá a la posición inicial”, y cosas así. Tienes que buscar las reglas, luego encuentras la ley de la simetría, la ley de los movimientos.

CNN: ¿Recuerdas cuando lo resolviste?

ER: Recuerdo que fue muy emotivo, pero no recuerdo exactamente cuándo fue. No tomo notas al respecto y no llevo un diario, pero recuerdo que fue un sentimiento muy emotivo.

No es como con un rompecabezas, que empiezas a armarlo, le dedicas algo de tiempo y al final está resuelto, terminado. Si encuentras la solución al cubo, no significa que lo resolviste, sino que estás en el punto de partida. Puedes seguir y hallar algo más, puedes mejorar tu solución, puedes acortarla, puedes profundizar más y más y adquirir conocimientos y muchas otras cosas.

CNN: ¿Qué hiciste después?

ER: Lo mostré a las personas en la escuela y a mis estudiantes les gustó mucho. Me pareció que por su estructura tan simple, se puede fabricar fácilmente y puede ser un producto disponible para otras personas. Así que solicité una patente, ya que tenía algunas experiencias con el trabajo de mi padre, quien tiene varias patentes.

Luego busqué un fabricante en Hungría. En ese entonces el país era muy distinto a como es hoy. Estábamos tras la Cortina de Hierro, las circunstancias sociales eran distintas. No fue tarea fácil. Encontré una pequeña compañía que trabajaba con plásticos —fabricaban principalmente juegos de ajedrez— y empezamos a negociar.

CNN: ¿Cometiste errores al solicitar la patente? ¿Lo harías de otra forma, sabiendo lo que hoy sabes?

ER: Hay un refrán húngaro que dice que es fácil ser inteligente después del hecho.

Uno de los problemas fue la velocidad del proceso, ya que del comienzo hasta la comercialización real pasaron seis años. Seis años es mucho tiempo, porque hay reglas para el procedimiento para patentar: Una vez que empiezas el proceso, tienes que dar el siguiente paso en un plazo de un año; de otra forma, pierdes la patente.

A final de cuentas, resolvimos parcialmente el problema porque usamos mi nombre como marca y esa es una buena herramienta de protección. ¡Tuve suerte porque en el directorio telefónico de Nueva York hay menos de cinco personas con el mismo apellido!

CNN: ¿Qué recomendarías a un inventor para que se proteja actualmente?

ER: Esa es una pregunta difícil. Hay muchas más posibilidades para protegerte ahora que en ese entonces. Una cosa es que tienes que conseguir socios, no puedes hacerlo solo. Necesitas gente profesional; necesitas asesores y socios capaces de ayudarte tanto en el aspecto legal como en el financiero.

Naturalmente, es muy importante que fabriques tu producto. Puedes proteger tu patente pero si no desarrollas el producto no significa nada.

CNN: En un par de años, el cubo habrá cumplido 40 años. ¿Cómo te sientes al respecto? ¿Aún descubres cosas en él?

ER: Desde luego; actualmente mis descubrimientos provienen de observar el impacto del cubo. Me sorprende la creatividad de las personas, cuántas cosas han nacido o han sido inspiradas por el cubo. Es algo muy interesante.

CNN: La pregunta final: ¿Eres bueno resolviendo el Cubo de Rubik?

ER: En verdad no lo hago rápido. Cuando practicaba, mi récord era aproximadamente un minuto.

Normalmente la gente dice que si puedes crear un piano, debes ser buen pianista, pero eso no es cierto. Existen muchos tipos de actividades humanas diferentes que requieren de capacidades diferentes.