Al-Qaeda se fortaleció en el país el año pasado, después de tomar el control de varias ciudades en el sur de Yemen.

Por Hakim Almasmari

Sanaa , Yemen (CNN) — Al menos 15 soldados yemeníes murieron y más de una docena resultaron heridos cuando presuntos militantes de Al-Qaeda atacaron una base militar del gobierno fuertemente custodiada en el sur de Yemen, dijeron funcionarios de seguridad.

El ataque comenzó cuando militantes manejaban un vehículo cargado de explosivos contra la base en la provincia de Abyan, dijeron tres funcionarios de seguridad locales. El vehículo detonó cerca de una multitud de tropas.

El tiroteo entre militantes y soldados culminó con la muerte de los nueve atacantes militantes, dijeron funcionarios de seguridad.

El número de muertos por las fuerzas del gobierno aumentó de 12 a 15 luego de los reportes iniciales, después de que tres soldados murieron a causa de sus heridas. Las autoridades advirtieron que el número podría aumentar aún más.

La violencia se produce un día después de que ocho sospechosos combatientes de Al-Qaeda murieron en la provincia de Abyan por un ataque de Estados Unidos, según altos funcionarios de seguridad yemeníes. Entre los muertos estaba Nader al Shadadi, un líder de alto rango dentro de Al-Qaeda en el pensínsula árabe, que ha sido acusado de numerosos atentados en Yemen.

Al-Qaeda se fortaleció en el país el año pasado, después de tomar el control de varias ciudades en el sur de Yemen. El grupo militante beneficiado de la inestabilidad política que condujo al gobernante de Yemen Ali Abdullah Saleh a dimitir del poder a cambio de inmunidad.

Tras su llegada al poder en febrero, el presidente Abdu Rabo Mansour Hadi prometió luchar contra Al-Qaeda y se negó a detener los ataques contra sus miembros hasta que dejaron las armas y se rindieron.

Esto, sin embargo, no ha debilitado completamente Al-Qaeda, que tiene como objetivo las fuerzas del gobierno en ataques mortales que han matado a cientos de soldados y combatientes tribales a favor del gobierno desde mayo.

Han recurrido a ataques suicidas y de coches bomba después de perder el control de varias ciudades en el sur de Yemen, entre ellos Shaqra.