Por Candy Crowley
Washington (CNN) — Lo bueno de ser presidente y candidato al mismo tiempo cuando una monstruosa tormenta acecha a la costa este de Estados Unidos es que puede acudir a la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés) de Washington y ser visto como un presidente en funciones. Lo cual también funciona si busca la presidencia.
“Es muy importante para nosotros responder exitosa y rápidamente en cuanto empiece a llegar la información local”, dijo Barack Obama en FEMA. El presidente canceló sus viajes de campaña del lunes y martes en los estados indecisos de Florida y Colorado, los cuales están muy lejos del alcance de Sandy. Su gente dice que el presidente tiene que permanecer en casa y monitorear las cosas, lo cual pareció interesante a algunos republicanos.
“Te percatas de que está cancelando sus viajes por lo del ciclón. Él no canceló sus viajes por lo de Bengasi”, dijo el excandidato presidencial republicano y expresidente de la Cámara, Newt Gingrich, en This Week , programa de ABC.
Tanto el presidente como el candidato presidencial republicano, Mitt Romney, cancelaron sus presentaciones en el estado clave amenazado por el clima de Virginia para no malgastar recursos y obstaculizar los preparativos para la tormenta
Pero supongamos que sostuvieran una elección y no haya electricidad. El gobernador de Virginia, Bob McDonnell, lo está suponiendo. “La junta estatal electoral está planeando con muchas horas de anticipación el voto en ausencia (voto por correo), y eso ahora es una prioridad, colocándose al mismo nivel de que tanto los hospitales como las comisarías de la policía vuelvan a tener electricidad”, dijo McDonnell en State of the Union.
¿Y qué hay de los estados en donde las urnas están abiertas en un grado u otro? Maryland ya ha cancelado la votación del lunes por la mañana.
Lo que estas pausas impulsadas por la tormenta significarán para las elecciones causa perplejidad. “Por supuesto que queremos liberar el acceso a las urnas, porque creemos que cuanta más gente salga, mejor lo vamos a hacer, así que en la medida en que esto lo haga más difícil, es un motivo de preocupación”, dijo David Axelrod, el principal asesor de Obama.
Esto nos traslada a la fórmula Romney-Ryan: No están en el poder, en realidad no pueden hacer mucho, sin embargo, deben prestar atención. “Sé que en este momento algunas personas en el país están un poco nerviosas por una tormenta que está a punto de impactar en la costa”, dijo Romney. “Y nuestros pensamientos y oraciones están con las personas que se encontrarán en peligro”.
Sólo el pronóstico de un posible desastre puede hacer que la política parezca de poca importancia. Hasta ahora, la campaña de Romney ha dejado de enviar correos electrónicos para recaudar fondos en los estados afectados, puso disponible un autobús de campaña para la ayuda humanitaria, comenzó a hacer colectas en las oficinas de campaña y puso en marcha un blog con consejos relacionados con el clima.
Y el itinerario podría cambiar. Es complicado la forma de mirar las cosas, dijo un líder republicano, quien agregó que el calendario podría cambiar dependiendo de lo que haga la tormenta. Un desastre en un lugar concreto dificultaría la campaña en otros lados.
Mezclar la política y el clima es multiplicar la incertidumbre.