La hermana del agresor de Malala dijo que en su cultura levantar una mano contra una mujer es dehonroso.

Por Aamir Iqbal

Valle del Swat, Pakistán (CNN) — La hermana del principal sospechoso del ataque contra Malala Yousufzai se disculpó con la adolescente pakistaní.

“Por favor transmita un mensaje a Malala, que yo me disculpo por lo que mi hermano le hizo”, dijo Rehana Haleem el domingo a CNN en una entrevista exclusiva sobre su hermano, Atta Ullah Khan, de 23 años. “Él trajo vergüenza a nuestra familia. Hemos perdido todo después de lo que hizo”.

La policía informó que busca a Khan y a dos hombres más a quienes las autoridades no han identificado.

Desde los 11 años, Malala ha animado a sus compañeras pakistaníes a confrontar al Talibán, que trata de mantener a las niñas fuera de los salones de clase.

El 9 de octubre, la menor de ahora 15 años viajaba en la camioneta de su escuela en el valle de Swat cuando hombres detuvieron el vehículo y lo abordaron. Pidieron a otras niñas que identificaran a Malala, luego abrieron fuego hiriendo a la menor en la cabeza y el cuello, según autoridades pakistaníes.

“Lo que hizo fue intolerable”, dijo Haleem. “Malala es como mi hermana. Quiero expresar mi preocupación por Malala de parte de toda mi familia; espero que se recupere pronto y regrese a una vida normal y feliz tan pronto sea posible. Espero que Malala no me considere ni a mí ni a mi familia enemigos. Yo ya no considero a Atta Ullah mi hermano”.

Un día después del ataque, las fuerzas de seguridad registraron la casa de la familia y aseguraron documentos y fotos, llevando a Haleem y a su familia a una casa cercana equipada reforzada con barras en puertas y ventanas, dijo.

Los oficiales preguntaron dónde estaba Atta Ullah y si su hermana sabía cómo comunicarse con él por teléfono celular, pero ella contestó que no sabía.

“Yo estaba embarazada y enferma”, dijo. “Luego, finalmente después de un día o dos, ellos me liberaron a mí y a mi esposo y me dijeron que me debía ir solo porque estaba enferma”.

Haleem habló con CNN en su hogar en Warhi Mast Malik Abad, una población en las afueras de la ciudad de Mingora, donde ocurrió el ataque.

Después de que la pareja fue liberada, regresaron a su casa, donde dio a luz a una niña, según dijo. Cinco días después, el ejército cateó nuevamente su casa, esta vez llevándose solo a su marido.

Haleem dijo que su esposo, su madre anciana, su tío y otro hermano permanecen detenidos y no duda que su hermano haya estado involucrado en el tiroteo.

“Si fuera inocente, habría regresado y argumentado que es inocente y venido a ayudar a su madre y su familia”, dijo. “Su comportamiento es de un hombre culpable. ¿Cómo nos pudo abandonar?”.

Bajo su cultura, levantar la mano contra una mujer sería deshonroso, dijo. “Dejen solo a un hombre que trate de matar a una mujer”, añadió.

La policía informó en octubre pasado que habían arrestado a seis hombres en relación con el tiroteo, pero que aún buscaban a Khan, a quien identificaron como un estudiante de maestría en Química.

Malala se recupera en un hospital de Birmingham, Inglaterra. “Tiene suerte de estar con vida”, dijo el doctor Dave Rosser, director médico del hospital de la Universidad de Birmigham.

Pero la menor no parece sufrir un daño cerebral considerable y “podría no necesitar estar en el hospital por más de unas pocas semanas, tal vez un par de meses como mucho”, dijo.

Cuando Malala tenía 11 años, colaboró con la BBC y publicó un blog en 2009 detallando sus problemas para asistir a la escuela en el valle de Swat, que registra una fuerte presencia Talibán.

Después del tiroteo, el Talibán emitió un comunicado en internet amenazando que si Malala sobrevivía la atacarían de nuevo. Si Malala regresa a Pakistán, recibirá protección especial para ella y su familia, aseguró el ministerio del Interior pakistaní, Rehman Malik.