NUEVA YORK (CNN) — Nunca pensé que estaría aquí, pero aquí estoy. Y déjenme decirles que tener citas después de los 40 no es tan bueno como dicen.
Con nuestras sobrecargadas carreras y las responsabilidades familiares, estar al día con las noticias y hacer ejercicio, ¿quién tiene tiempo para conocer gente? Olvídate de los bares para solteros. Las citas por internet son lo de hoy. Todos parecen conocer a alguien que ha conocido a su media naranja en línea.
“Marie conoció al amor de su vida”, dijo una amiga. “Fue tan lista que aumentó su radio de tolerancia a 200 kilómetros. Y encontró a Ben, a sólo tres horas de distancia”. ¿Sólo tres horas? Lo que dice es que por cada historia de una cita exitosa, hay cientos de fracasos: perfiles engañosos (o absolutamente fraudulentos), fotos viejas (a los 50, realmente hay una diferencia), conversaciones incómodas, pifias sexuales, y metas claramente incompatibles.
Mi situación es típica. Tras un divorcio y quedar viuda de mi segundo marido, durante los últimos siete años me dediqué a mis hijas y a mi carrera. Pero estaba terriblemente sola. Me iba del trabajo directamente a casa y no salía los fines de semana.
Mis amigos insistían: “¿Por qué no sales más, aunque sea con amigos?”, “Toma una clase. Conocerás gente”, “¿Conoces ese sitio web de citas que…?”. Pero yo no hacía nada de eso.
Mi razonamiento era: si no hago nada, no “me expongo” y nada malo pasará. No habrá decepciones ni pérdidas. Pero hay un problema con esta manera de pensar: si no haces nada, no pasa nada malo, pero tampoco pasa nada bueno.
Después de siete años de soltería, me inscribí a páginas de citas en línea e incluso asistí a una sesión de citas relámpago en un bar local. Las citas relámpago consisten en reunir a un grupo de hombres con uno de mujeres, y organizarlos para asegurarse de que cada miembro del primer grupo hable con cada miembro del segundo grupo durante periodos limitados de aproximadamente cinco minutos. Al final, si dos miembros coinciden en su mutuo interés, pueden intercambiar sus datos para agendar una cita exclusiva.
En el sitio de citas en línea recibí un alud de respuestas. No porque sea una mujer excepcional, sino porque suelen abalanzarse sobre una candidata nueva. Había hombres que vivían en otros estados o países, otros que daban detalles sexuales en sus perfiles. Algunos con ortografía lamentable.
Mi primera cita que pasó de lo virtual a lo real fue en un bar. Salí corriendo del trabajo a casa, me puse ropa nueva, maquillaje y perfume, y salí de casa sintiéndome como un millón de dólares.
Al entrar al bar, mi cita ya estaba esperándome. Supe al instante que no estaba interesado. (Yo tampoco, pero desde entonces siempre llego a la primera cita antes que el hombre, para ser quien revisa y no quien es revisada). Desde ahí todo fue cuesta abajo. Mi cita dedicó una hora a hablar del largo día que había tenido, de sus alergias, e incluso miró a algunas mujeres atractivas que pasaban junto a nosotros. ¡El siguiente!
Entre decenas de hombres que hablaban incesante y nerviosamente de sí mismos, conocí a uno atractivo, que parecía inteligente, y estaba interesado en mí. Salimos durante un par de meses pero resultó ser una relación efímera. Nota mental: El que un hombre no hable de sí todo el tiempo, no significa que sea adecuado para ti.
Aquí están los “Debes y No Debes” de las citas relámpago, para hombres y mujeres de cierta edad:
- SÍ vístete presentable y limpio. No uses camisas hawaianas. Y no exageres con los productos para el cabello.
- SÍ Aprende a hablarle a una mujer. Una frase mala: “Si no te llamaras Ronni, qué nombre te gustaría?” Buena frase: Eres viuda pero estás saliendo de nuevo. Eso es bueno para nosotros los hombres”.
- NO dejes a una mujer sentada sola, solo porque eres demasiado tímido para acercarte durante el descanso de la actividad de citas. Es una cita relámpago; ¿para qué te inscribiste?.
- NO hables de matrimonio en una cita relámpago.
- SÍ ten una buena razón sobre por qué tienes más de 40 y nunca has encontrado a la persona correcta. Sé ingenioso.
- NO lleves contigo accidentalmente la bebida de tu cita a la mesa de al lado (y por ende a la siguiente cita). Pon atención en lo que estás haciendo.
- SÍ conoce bien tus fortalezas. Si no es tu carrera (y no siempre puede serlo) piensa en algo para lo que eres bueno.
- SÍ muestra interés en lo que ella está diciendo. A menos que realmente no te importe.