Angus T. Jones (último a la derecha) interpreta, desde 2003, al hijo de un padre divorciado.

(CNN) — ¿Alguna vez has pensado que tu trabajo perjudica a la sociedad, o simplemente, que no la beneficia?

La semana pasada el actor Angus T. Jones anunció su despertar ético y religioso y condenó el programa de televisión Two and a half men, que lo hizo rico y famoso. Pero no está solo en su crisis de conciencia. Su experiencia es universal entre muchos trabajadores que luchan por reconciliar su trabajo con sus valores espirituales, según especialistas.

“Todos, en algún momento, nos hacemos la misma difícil pregunta, aunque probablemente no de manera pública”, dijo David Miller, director de la Iniciativa Trabajo & Fe, de la Universidad de Princeton.

¿Hay honor, dignidad, significado y propósito en (nuestro) trabajo? ¿Se trata de hacer dinero sin que tenga valor ético, moral ni social, o acaso nuestro trabajo debería tener una dimensión más noble?”, dijo Miller.

No todos podemos emitir esas fuertes declaraciones acerca de nuestros trabajos. Jones goza de algunos privilegios, como, a sus solo 19 años, ser millonario y actuar en uno de los programas más exitosos de la televisión.

“Es algo fácil de hacer cuando ya ha sido rico y famoso durante nueve años”, dijo Paul Root Wolpe, director del Centro sobre la Ética de la Universidad Emory.

La pregunta difícil

Los especialistas dicen que muchos profesionales se enfrentan a esos conflictos: los médicos ante el aborto, los farmacéuticos ante la píldora del día siguiente, los financieros ante las estrategias avaras. En el caso de Jones, el actor parece estar en conflicto con “el ambiente artificial del mundo del espectáculo”, dijo Wolpe.

“Tal vez se quede en Hollywood y trate de trabajar más en línea con sus valores. Tal vez Hollywood lo expulse”, dijo Miller.

El actor ofreció disculpas por cualquier ofensa en contra del elenco y el equipo del programaTwo and a Half Men, en el que ha trabajado desde 2003. Pero posteriormente exhortó, en un nuevo video, a los espectadores a no ver el programa.

“No puedes ser una persona auténticamente temerosa de Dios y trabajar en un programa de televisión como ese. Sé que no puedo. No concuerdan lo que estoy aprendiendo, lo que dice la Biblia, y estar en ese programa de televisión”, dijo Jones, quien también hizo referencia al engaño “del enemigo”, en evidente alusión al diablo.

Su conversión

En junio de 2012, Jones se unió a la Iglesia Adventista del Séptimo Día, una congregación protestante con 1.1 millones de miembros en América del Norte. La Iglesia dice que no está involucrada en los testimonios de Jones.

Hace casi dos años, la serie Two and a Half Men se vio envuelta en otra controversia que se centraba en un prominente miembro del elenco: Charlie Sheen, quien fue despedido después de proferir críticas públicas en contra del productor, Chuck Lorre.

“El programa en sí tiene un sentido del humor adolescente y lascivo. Este programa es profundamente misógino y muy masculino, es como una fraternidad en la que las mujeres entran y salen como en una puerta giratoria”, dijo Lorre. “Así que no es sorprendente que (Jones) exprese insatisfacción y alejamiento del programa en una forma igualmente inmadura”.

Con frecuencia, con una conversión o despertar como el de Jones, se rechaza el pasado. “En las experiencias de conversión radical, con frecuencia se niega o critica severamente la vida que uno ha llevado inmediatamente antes”, dijo Joseph Price, profesor de Estudios Religiosos en el Whittier College, en California.

“No se niega la vida misma, sino el estilo de vida”, agregó Price. “Con frecuencia esto es resultado de una crisis de consciencia o de la percepción de una revelación de algún tipo”.

“Cuando las personas encuentran la autenticidad en un estilo de vida en el que se adopta el bien, frecuentemente se ven impulsados a hacer cambios profundos en sus propias vidas”, dijo Price. “Si ese es el caso, podremos ver cómo afecta al resto de su vida fuera de la actuación y a su presencia en las series y en la televisión misma”.