(CNN)— El actor Charlie Sheen guarda una imagen nada amigable de Lance Armstrong, luego de que el exciclista fuera “grosero” con él en una fiesta, según dijo en una entrevista con Piers Morgan.
“Asumo que estaba de mal humor, porque no fue el tipo más amigable del mundo”, dijo Sheen sobre el texano quien la semana pasada reconoció haber consumido sustancias prohibidas durante su carrera profesional.
“Sí. Estoy seguro de que las personas han dicho eso sobre mí de vez en cuando; sin embargo, no tan a menudo, porque soy muy accesible”, recordó el actor sobre el encuentro que dijo haber ocurrido hace cinco o seis años.
“Dije, ‘Sr. Armstrong, siento molestarlo’. Creo que hablaba con Sheryl Crow. Y dije ‘soy Charlie Sheen. Sólo quiero saludarlo’. Y él dijo, ‘eso es bueno’”.
Morgan le preguntó a Sheen qué pensaba sobre la confesión de dopaje de Armstrong, y Sheen comentó sobre sus propias batallas con el consumo de drogas y la imagen pública.
“La razón por la que me han perdonado por muchas cosas”, dijo Sheen, “es porque siempre hay un sentimiento de honestidad y he sido el hombre que al menos intenta hacer lo correcto”.
Hace décadas, Sheen admitió que tomó esteroides en 1988 cuando trabajaba en la película “Major League”.
“Funcionaron. Y me detuve”, dijo Sheen, quien señaló los efectos adversos de los esteroides.
“Me volvió loco. Me volvió loco y molesto, y peleaba en los bares, ya sabes. Así que lo entendí. Pero también me dio, en el último par de semanas de la filmación, la energía que necesitaba para seguir”.
Sheen dijo que los esteroides no le permitieron batear mejor una pelota de beisbol.
“Puede darte un impulso extra en la temporada, pero aún tienes que tener la capacidad que te dio Dios para golpear la pelota”, dijo Sheen, quien se considera un “jugador de beisbol de corazón” autoproclamado.
En la entrevista, Sheen también se refirió a la actriz Lindsay Lohan, con quien iba a trabajar en Scary Movie 5 y que pasó por un patrón de consumo de drogas y alcohol no muy diferente al de Sheen.
“¿En realidad, incluso tú, puedes darle a alguien así un consejo?”, preguntó Piers Morgan. “¿O, al final, es verse en el espejo y hacerlo por ti mismo?”.
“Si me hubiera hecho preguntas sobre mis propias cosas”, dijo Sheen, “me habría encantado darle consejos pero no lo hizo. Y encontré eso interesante. Quizá no quería molestarme o no quería entrometerse”.
Sheen se expandió en los demonios asociados con la fama, las drogas y el exceso.
“Es una prenda similar que todos usamos, sí”, dijo. “Creo que la fama tiene mucho que ver y creo que el exceso tiene mucho que ver… no tanto el exceso sino el acceso; acceso a todo con un teléfono celular en cualquier momento, noche o día, no importa… puede volverse una pesadilla… al principio… es radical y es todo lo que pensaste que sería… y luego no lo es. Y cambia de dirección muy rápidamente. Y de repente hay un vacío”.