(CNN) — Una rara condición tropical llamada enfermedad del gusano de Guinea está cerca de erradicarse, de acuerdo con el expresidente de Estados Unidos, Jimmy Carter, y otros expertos.
Los funcionarios dijeron el jueves pasado en una conferencia de prensa que en 2012 solo quedaban 542 casos de la enfermedad del gusano de Guinea alrededor del mundo, lo que representa un descenso del 48% respecto a 2011.
“No descansaremos hasta encontrar y contener el último caso”, dijo Donald R. Hopkins, afiliado al Centro Carter, que ha sido esencial en los esfuerzos por erradicar al gusano de Guinea.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) señaló en un comunicado de prensa que se ha impuesto la meta de erradicar para el 2015 la enfermedad del gusano de Guinea, también llamada dracunculiasis.
Hasta ahora, desde 1980 solo una enfermedad ha alcanzado el estatus de erradicada en todo el mundo: la viruela.
En 1986, cuando el Centro Carter empezó su campaña internacional en contra de la enfermedad del gusano de Guinea, había 3,5 millones de casos en 21 países.
Sudán del Sur tiene el mayor número de casos conocidos actualmente (521 casos), seguido por Chad (10), Mali (7) y Etiopía (4), según el Centro Carter. Estos son los únicos cuatro países en los que se transmite el gusano de Guinea.
El obstáculo principal para la erradicación es que si no se trata a tiempo, la enfermedad puede esparcirse a cientos de personas, dijo Carter.
Las comunidades más afectadas son las que dependen de fuentes de agua a cielo abierto, como estanques en regiones rurales y aisladas, según la OMS.
La enfermedad entra al cuerpo cuando la gente bebe agua contaminada con moscas de agua que han ingerido la larva del gusano de Guinea. Las moscas de agua mueren en el estómago humano, pero las larvas sobreviven. Estos gusanos pueden atravesar la pared del intestino y moverse debajo de los tejidos cutáneos.
El paciente desarrolla una dolorosa ampolla a través de la cual emerge el gusano entre 10 y 14 meses después de la infección. Este gusano puede medir hasta un metro de largo y parece un espagueti.
Cuando el paciente se dirige a un cuerpo de agua para tratar de aliviar el ardiente dolor, el gusano deposita más larvas en el agua y el ciclo se repite.
No existen vacunas ni tratamiento para el gusano de Guinea, pero se ha logrado un gran avance gracias a la educación para la salud y los cambios de comportamiento.
Entre las estrategias de prevención están: filtrar el agua bebible y disuadir a las personas contagiadas con el gusano de Guinea de entrar al agua. También se puede tratar el agua químicamente con un larvicida.
Aunque normalmente la enfermedad del gusano de Guinea no provoca la muerte, se asocia con dolor incapacitante y con infecciones bacterianas secundarias. A los pacientes se les dificulta trabajar, cultivar y realizar actividades cotidianas. En un hogar en el que uno de los padres tenga el gusano de Guinea, los niños pequeños estarán mal nutridos porque el padre infectado no podrá trabajar la tierra, dijo Hopkins.
Carter dijo que el primer lugar donde vio personas con el gusano de Guinea fue Ghana. Una mujer de unos 20 años parecía cargar un bebé. Sin embargo, descubrió que no era un pequeño, sino su seno derecho, que estaba inflamado por la enfermedad.
La operación internacional monitorea cerca de 7.000 aldeas, dijo Carter. “Necesitamos encontrar a todos los que tengan gusano de Guinea (y) evitar que regresen a la fuente de agua”, dijo.
En cuanto al apoyo gubernamental en cada país, Sudán del Sur es el que apoya con más firmeza las labores de erradicación, dijo Hopkins. En ese país, hay cerca de 110 trabajadores en la nómina y unos 12.000 voluntarios, dijo Carter.
En contraste, el programa en Malí no es operacional en las regiones ocupadas por los grupos rebeldes, según Ernesto Ruiz-Tiben, director del Programa de Erradicación del Gusano de Guinea del Centro Carter. La inestabilidad en la región ha dificultado aún más los esfuerzos por erradicar esta enfermedad.
Educar a la gente acerca del gusano de Guinea tiene otros beneficios, además de evitar específicamente esa enfermedad, como ayudar a la gente a pensar más acerca del agua que beben, dijo Hopkins. Un suministro de agua limpia puede prevenir otras enfermedades.
Los esfuerzos de educación también empoderan a las poblaciones locales, al mostrarles que pueden hacer algo para resolver sus propios problemas, dijo Carter.
Los aldeanos con frecuencia también quieren saber cómo enfrentar otras enfermedades. “La misma gente dice: ‘¿Cómo pueden ayudarnos con los otros problemas?’”, dijo Carter.
Madison Park, de CNN, colaboró con este reportaje.