En Jordania, el 80% de los refugiados tratan de abrirse camino en las ciudades y pueblos.

Por Michael Pearson

(CNN) — Unos 20.000 refugiados sirios han llegado a Jordania en los últimos días, dijeron este miércoles el ministro de Exteriores del país y autoridades en materia de refugiados, lo que ha creado presión en medio de las advertencias de las organizaciones internacionales de ayuda acerca de prepararse para una crisis humanitaria prolongada.

Dos niños murieron este martes en el campo de refugiados de Zaatari, el más grande en Jordania. La muerte provocó una pequeña protesta entre los refugiados, cuya paciencia ha sido puesta a prueba en las últimas semanas por las fuertes lluvias, inundaciones y el frío extremo en el campamento del desierto, a unos 15 kilómetros de la frontera con Siria.

Los refugiados que huyen de la actual violencia en Siria, donde las Naciones Unidas calculan que han muerto al menos 60,000 personas en 22 meses de combates entre las fuerzas gubernamentales y los rebeldes que intentan derrocar al presidente Bachar al Asad.

Unos 20.000 refugiados han llegado a Jordania tan solo en los últimos tres días, informó la agencia de noticias estatal Petra.

El ministro de exteriores de Jordania, Nasser Judeh, describió las cifras —350,000 refugiados sirios desde que el conflicto comenzó— como “impactantes”.

“Obviamente esto es un reflejo del nivel de violencia en el sur de Siria, y probablemente habrá más en los próximos días”, dijo. “Estamos recibiendo ayuda de los países árabes, países occidentales, organizaciones internacionales. Todavía no es la suficiente, teniendo en cuenta que las cifras de los que llegan”.

La semana pasada, el Comité de Rescate Internacional advirtió sobre una “prolongada emergencia humanitaria” en Jordania, Líbano, Turquía e Iraq, los cuales han recibido alrededor de 600,000 refugiados sirios desde que comenzó el conflicto.

Si bien el cuidado de los refugiados que viven en campamentos es una enorme tarea por sí misma, el grupo señaló que en Jordania y otros países la mayoría de los refugiados sirios viven fuera de los campamentos, en ciudades y pueblos donde los servicios sociales, escuelas e incluso los sistemas de basura y residuos están mal equipados para satisfacer las necesidades de una población de pronto de mayor tamaño.

En Jordania, el 80% de los refugiados tratan de abrirse camino en las ciudades y pueblos, dijeron Judeh y el Comité de Rescate Internacional.

En muchos lugares, dijo el CRI, la afluencia de refugiados ha hecho aumentar el precio de las rentas, a la par de disminuir la tasa actual de los salarios para jornaleros y otros empleos disponibles para los refugiados. La educación de los niños es también un problema, según la agencia.

“Incluso si el conflicto llega rápidamente a su fin, Siria quedará en ruinas, su tejido social y cívico hecho pedazos, su economía y su infraestructura devastada y la población dispersa en todo el país y la región, y potencialmente podría tomar meses, o incluso años, para que los sirios vuelvan a sus resquebrajadas comunidades y reanuden una vida normal”, advirtió la semana pasada el CRI en su informe sobre los refugiados sirios.

El grupo exigió un “aumento masivo de la ayuda humanitaria” para evitar una catástrofe.

“Los donantes deben redoblar esfuerzos, reconocer la gravedad de la crisis humanitaria dentro y en los alrededores de Siria y enfrentar el inevitable hecho de que esto va a empeorar y durar mucho más tiempo de lo previsto”, dijo la semana pasada John Holmes, copresidente del consejo de directores del CRI de Gran Bretaña.

En Zaatari, en el desierto del norte de Jordania, cerca de 60,000 personas han buscado refugio de la violencia que hace estragos en su país.

Cerca de 3,000 personas llegaron este miércoles, dijo la Oficina del Alto Comisionado para los Refugiados de la ONU.

Esto eleva el número total de refugiados que llegan a Jordania en lo que va del mes a 26,500, un 60% más respecto de diciembre. Y todavía queda otra semana para que lleguen refugiados, dijo Aoife McDonnell, vocera para el ACNUR con sede en Jordania.

Muchos de los refugiados tuvieron que dejar sus pertenencias durante el viaje al otro lado de la frontera, en algunos casos para poder cargar a sus hijos a través del lodo y las condiciones heladas.

“A menudo están llegando congelados, con ropas húmedas”, dijo.

Refugiados sirios con iniciativa, muchos de los cuales llegaron sin pertenencias, han puesto en marcha sus propios negocios al por menor entre las polvorientas tiendas y los prefabricados refugios metálicos, proporcionando así una pequeña fuente de ingresos y, quizá lo más importante, algo que hacer para evitar el aburrimiento y la incomodidad de la vida en los campamentos.

Los refugiados venden de todo, desde comida hasta ropa y artículos del hogar donados por los jordanos, dijo.

Muchos viven en tiendas de campaña, sin embargo, las naciones árabes donaron hace poco 3,000 refugios metálicos prefabricados llamados caravanas para uso de los que ahí habitan.

El campamento tiene nueve centros de salud, con 42 médicos que tratan todo, desde las dolencias internas hasta trastornos de la vista, dijo McDonnell.

Y, en promedio, cinco bebés nacen en el lugar todos los días, dijo.

Sin embargo, el campamento ha sido el centro de lo que el Comité de Rescate Internacional ha denominado “la incesante crítica de sus ocupantes”. Los refugiados han padecido mucho frío e inundaciones que no solamente hicieron casi imposibles las condiciones de vida debido a la inundación de las tiendas, sino también hicieron difícil el llevar agua y suministros, dijo la UNICEF.

McDonnell reconoció que a veces las tensiones se han incrementado en el campamento, sobre todo cuando hay mal tiempo. Sin embargo, dijo que la mayoría de las familias se encuentran muy contentas de estar fuera de Siria.

“Cuando los refugiados llegan a Jordania, creo que están muy agradecidos por la seguridad”, dijo.