Por Kareem Khadder y Josh Levs
(CNN) — Mientras multitudes protestaron en las calles de la Ribera Occidental, al menos 4.500 palestinos en prisiones israelíes realizaron este domingo una huelga de hambre al tiempo que funcionarios palestinos exigieron una investigación internacional por la muerte de un interno.
Un funcionario palestino envió una advertencia al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, quien planea hacer su primer viaje a Israel como presidente el próximo mes.
“Si el presidente Obama quiere visitar la región de forma pacífica, debería ejercer presión en Israel para liberar a los prisioneros —especialmente a aquellos que hicieron huelga de hambre— de lo contrario visitará una zona en fuego”, dijo el primer ministro para Asuntos de Prisioneros, Issa Qaraqe.
Durante una rueda de prensa en Ramallah, Qaraqe demandó una investigación internacional.
“El mártir Jaradt fue objeto de tortura extrema que lo condujo a su muerte, y no hay indicios de que haya muerto de un ataque cardiaco como las autoridades de Israel aseguraron”, dijo este domingo Qaraqe.
Añadió que “había señales de golpes y tortura en sus extremidades, cuello y espalda, y coágulos de sangre alrededor de la boca y la nariz”.
Citó información de un médico palestino que estuvo presente en la autopsia en Tel Aviv.
Israel aseguró que los médicos hicieron todo lo posible por salvar al prisionero Aragar Jaradat, de 30 años, quien murió este sábado.
El Ministro de Salud de Israel dijo que la autopsia no “mostró señales de daño externo, excepto de resucitación cardiopulmonar (CPR) y pequeñas manchas causadas por la abrasión al lado derecho del pecho”.
“Había coágulos de sangre en el músculo —uno su hombro, el lado derecho del pecho y en ambos indicó el ministro en un comunicado.
Jaradat será enterrado este lunes, de acuerdo con su familia.
Funcionarios israelíes llamaron este domingo a la Autoridad Palestina a tranquilizar los territorios palestinos, donde ha habido protestas en días recientes por las condiciones de los prisioneros palestinos.
La muerte de Jaradat ocurre en medio del enojo que causó el darse a conocer los detalles sobre la muerte de un prisionero en 2010, referido como el Prisionero X. Una corte reveló recientemente los documentos que describen esos detalles.
En cuanto a Jaradat, originario de una pequeña población en la Ribera Occidental, fue llevado este lunes a un interrogatorio por parte de los servicios secretos de Israel con base en datos recabados por la inteligencia israelí en esa zona, según las fuerzas de seguridad de Israel. La inteligencia indicaba que Jaradat había estado involucrado en el lanzamiento de piedras al asentamiento israelí de Kiryat Arba, en el 2011. Un ciudadano israelí fue herido en el incidente.
Jaradat confesó, según las fuerzas de seguridad israelíes. Sufría de dolores de espaldas y una herida de bala en su pierna, y tenía una herida causada por una bomba de gas lacrimógeno que lo había golpeado en el estómago, añadieron.
Mientras estuvo en custodia fue atendido más de una vez por un médico que no encontró problemas. Pero tras la comida del sábado, mientras descansaba, no se sintió bien, y un grupo de emergencia fue llamado al lugar. No pudieron salvar su vida, según las fuentes de seguridad.
Israel comenzó una investigación y notificó a la familia de Jaradat, quien era padre de tres niños y trabajaba en una estación de gasolina.
Human Rights Watch, mientras tanto, llamó a Israel el sábado a “liberar inmediatamente a los palestinos detenidos por largos periodos sin cargos ni juicios”.